RETABET BILBAO BASKET Rousselle (11), Rigo (7), Serron (8), Cruz (3), Balvin (9) -cinco inicial-, Rodríguez (9), Martínez (5), Ruiz (-), Sulejmanovic (11) y Lammers (10)..

BARCELONA Hanga (2), Higgins (12), Claver (-), Oriola (23), Tomic (13) -cinco inicial-, Davies (14), Smits (-), Heurtel (8), Abrines (6) y Kuric (7).

Parciales 16-19; 17-15; 23-27; 17-24.

Árbitros Calatrava, Castillo y García Ortiz.

Pabellón Fuente de San Luis.

- El Barça ya es semifinalista de esta fase final de la Liga Endesa tras superar al Retabet Bilbao Basket (73-85) en la cuarta jornada y seguir invicto, en un duelo al que entraron mal pero en el que, gracias a un gran Pierre Oriola y a Adam Hanga, superaron a unos hombres de negro ya eliminados. Decidió Svetislav Pesic dar descanso a Nikola Mirotic, quizá tocado o cansado, para este partido. Por momentos, parecía que la jugada podía salirle mal al técnico blaugrana, pero quizá sabía que en duelos anteriores sin el hispano-montenegrino, Pierre Oriola se vistió de crack. El ala-pívot de Tàrrega se convirtió en Pierre Oriolic y cerró el partido con 23 puntos y 9 rebotes para un 29 de valoración.

Llegó a ganar el Barça de 16 puntos en el último parcial (63-79) tras una canasta de Oriola, pero no fue un encuentro plácido para los catalanes. De hecho, el Bilbao Basket no se rindió y con un parcial de 9-0 volvió a recortar la distancia a 7 puntos (72-79) con casi 2 minutos de juego. Pero el Barça respondió, rápido y contundente, para sellar la victoria y el billete a semifinales como líder de su grupo.

Cuatro duelos y cuatro triunfos; sin más. Pero tuvo que remar y trabajar para ello ante un Bilbao Basket que sabía que la derrota les dejaba fuera y que quiso vender cara su piel. Al descanso, un bajo y ajustado 33-34 dejaba todo abierto, y con un parcial de 15-0 para los de Àlex Mumbrú incluido que demostraba que los suyos podían hincar el diente a los de Pesic.

El tercer parcial empezó igualado, pero una serie de faltas y técnicas a los bilbaínos permitió al Barça coger una ventaja inalcanzable. Sin duda, el duelo se rompió tras el descanso cuando el Bilbao se cansó de remar contracorriente. El Barça se fue enrocando y haciendo cada vez más fuerte. A un marcador bajo, premiando a su defensa, terminó cómodo y administrando un marcador que cada vez se iba poniendo más blaugrana, anulando toda posibilidad de que se pintara de negro. El último parcial, para evitar dudas, fue de 17-24.