- El balón volvió a rodar la noche del jueves en el Ramón Sánchez Pizjuán, donde Sevilla y Betis, sin público en las gradas, activaron la reanudación de una liga a la que el Deportivo Alavés volverá a hincar el diente esta tarde, a partir de las 14.00 horas, en el RCDE Stadium. El Espanyol ejercerá como primer rival de los albiazules en tiempos de coronavirus y en medio de un nuevo fútbol que, al igual que en los futbolistas, también tendrá un importante impacto en el colectivo arbitral, tal como destaca el excolegiado internacional Ibon Urizar Azpitarte (Bilbao, 19-XI-1943), quien maneja información de primera mano y, por ello, se muestra convencido de que los árbitros de Primera División están “más que preparados para lo que viene ahora”.

“Se han entrenado de forma individual, han pasado pruebas de control, también el test del coronavirus habiendo dado un solo positivo y se va a intentar que se desplacen a los partidos en sus propios vehículos o en el AVE, evitando en la medida de lo posible los viajes en avión”, apunta de entrada el bilbaíno, quien indica que las designaciones arbitrales se realizarán 48 horas antes de cada encuentro y que los informes de los partidos seguirán teniendo validez en las once jornadas restantes en la máxima categoría, si bien no habrá descensos, aunque sí ascensos. Los árbitros, además, tendrán a su disposición un equipo de psicólogos en caso de necesitar ayuda, lo cual no ha sido necesario hasta el momento, dado que “están ilusionadísimos con volver a un campo de fútbol”.

“Están con unas ganas tremendas y muy bien físicamente. Durante el confinamiento, de hecho, casi el 90% de los árbitros ha perdido peso gracias a todo lo que han entrenado por su cuenta con la cinta, corriendo o haciendo tablas de gimnasia, por lo que llegan incluso más finos de lo que estaban justo antes del parón”, constata Urizar Azpitarte, sabedor también de que “no ha habido ni un solo árbitro, ni asistente que se haya posicionado en contra de la reanudación de la competición”. “Todos están con una gran ilusión y sin miedo al coronavirus al estar sujetos a unas exhaustivas medidas de higiene, las cuales van a ser incluso mayores que las de los jugadores”, subraya el extrencilla vizcaíno, que establece los aspectos positivos y negativos que trae para los colegiados un fútbol con su ADN modificado a la fuerza.

La disputa de los partidos a puerta cerrada marca el apartado negativo, toda vez que los árbitros “siempre quieren tener los campos llenos y si es sin pistas de atletismo alrededor, todavía mejor, porque el ambiente ayuda a mantener la concentración y con las puertas cerradas al público tanto jugadores como árbitros tendrán que trabajar en ese aspecto, puesto que hasta el reloj parece que corre más despacio al faltar esa tensión y adrenalina que provoca la presencia de la gente”, analiza Urizar Azpitarte, consciente de que “la amenaza de esa posible falta de tensión, si no se corrige, puede llevar al colegiado a cometer errores”.

“Yo pité dos partidos sin público, uno aquí y otro en el extranjero, y la sensación es muy fría. Sientes un vacío importante alrededor y es como si estuvieras en medio del coliseo romano esperando a que salgan los leones”, añade el bilbaíno, que también señala que los trencillas, los días de partido, van a estar “más solos de lo habitual, porque van a estar separados entre sí al limitarse al máximo el contacto entre el cuerpo arbitral”. “Las reuniones previas a los encuentros para analizar a los dos equipos que se enfrentan entre sí también se harán bajo mínimos, lo que añadirá una dificultad extra a la preparación de los encuentros”, recalca asimismo el vizcaíno, quien, por el contrario, establece como aspectos positivos que, al igual que en Alemania, habrá “menos tarjetas al haber un menor contacto entre los jugadores, menos faltas y más desplazamientos del balón con un juego más limpio por ese inevitable respeto al virus”.

También se van a mantener más las distancias con el árbitro, lo que se podrá comprobar en el modo de llevar a cabo protestas que también se van a ver reducidas en número”, resalta Urizar Azpitarte, quien recuerda que “los árbitros que son buenos, seguirán siendo buenos, pero veremos quiénes se adaptan mejor a estas nuevas circunstancias que ya están aquí”.