- Dos meses después de su último contacto con el balón, el Deportivo Alavés volverá por fin a entrenarse el próximo lunes. Lo hará, evidentemente, en una situación muy diferente a la que era la rutina habitual antes de la aparición del coronavirus y bajo estrictas medidas de seguridad. Será el primer paso para tratar de cumplir con el plan trazado por LaLiga que tiene como objetivo último poder completar sobre el césped lo que resta de temporada. Un regreso que, al igual que la entidad albiazul, están llevando a cabo también estos días el restos de escuadras de Primera y Segunda División.

Se trata, por supuesto, de un avance muy deseado por todos y con el que se parece comenzar a atisbar la luz al final del túnel. Sin embargo, nadie está en condiciones de asegurar al cien por cien que un nuevo mazazo de la pandemia no termine echando por tierra los planes del deporte profesional. En cualquier caso -bien sea dentro de unos días o de varios meses-, resulta evidente que en algún momento los recintos deportivos volverán a registrar actividad y fútbol, baloncesto y tantas otras disciplinas recuperarán su pulso. Un momento soñado por quienes tienen en estos deportes su modo de vida pero sobre el que, desgraciadamente, se cierne una peligrosa amenaza latente que se suma a todos los problemas ya evidentes durante las últimas semanas.

Porque lo cierto es que el estrés y la ansiedad que conlleva vivir una pandemia tendrá consecuencias negativas para los deportistas profesionales cuando regresen a la competición, ya que muy probablemente aumentará el riesgo de que se lesionen. "La mente del atleta tiene que estar totalmente concentrada en lo que está haciendo para no lesionarse. Hay muchos estudios sobre la afectación de la ansiedad y el estrés en las lesiones deportivas, y la incertidumbre que genera esta pandemia nos está afectando a todos. Los profesionales también están sufriendo", advierte el doctor Guido Castaldini, traumatólogo especializado en cirugía artroscópica con amplia experiencia en el mundo del deporte.

Castaldini (Bueno Aires, 1977) lleva dieciocho años ejerciendo en España y en su consulta atiende a personas que, "en un 30 o 40%" presentan patologías traumatológicas relacionadas con la práctica deportiva. Estos días, han aumentado -entre la población común, a causa del confinamiento. "Durante la cuarentena, la gente practica más deporte e intenta adaptar sus rutinas físicas a la falta de espacio. Muchas veces, sin el material adecuado y haciendo ejercicios que no habían hecho nunca antes", explica. Así aparecen las famosas tendinitis, aunque no es el caso de los profesionales, pautados por médicos, dietistas y preparadores físicos, para que mantengan la forma durante el estado de alarma de la manera más adecuada. El doctor Castaldini advierte, no obstante, que la emergencia sanitaria "no son unas vacaciones, donde el deportista puede realizar alguna actividad física y recreativa al aire libre y goza de descanso psicológico". Al contrario, el confinamiento les dejará secuelas.

"Las dificultades a las que tendrán que enfrentarse los deportistas después del confinamiento se dividen en tres partes: la física, el nivel osteomuscular que van a tener por haberse entrenado en sus casas; la técnica, que es la falta de contacto con sus herramientas (balón, raqueta...), la falta de espacios y la falta de juego con sus compañeros; y una muy importante que es la psicológica, derivada de la ansiedad que ha creado la pandemia y que puede repercutir en posibles lesiones al regreso de la competición", detalla.

Este traumatólogo apunta que "la mayoría de las lesiones de ligamentos cruzados se producen solas, sin contacto con nadie" y que prevenirlas tiene más que ver con "la autoconfianza y la absoluta concentración" en lo que el deportista está haciendo sobre el terreno de juego que con la preparación física, que se supone óptima en un profesional.

Por culpa de la pandemia, es fácil que el jugador tenga ahora la cabeza en otro sitio y ese estado de estrés y ansiedad se puede prolongar durante mucho más tiempo. "Por eso, no solamente debería volver a la actividad deportiva con una buena base física, muscular y osteotendinosa, sino también con una buena base psicológica", apunta.

Según el doctor Castaldini, los deportistas "físicamente van a regresar bien, porque se han estado entrenando, aunque de forma diferente, todas estas semanas". Por eso, cuando vuelvan a los entrenamientos cree que "bastará con que hagan una pretemporada de tres semanas", más que nada "para volver a la dinámica de grupo y recuperar sensaciones". Y sobre todo, insiste, será "de vital importancia" el trabajo de los psicólogos deportivos en la vuelta al trabajo físico y de competición. "Habrá quien regrese más afectado o menos por la pandemia y se tendrán que identificar las necesidades de cada uno para ofrecerle una atención psicológica personalizada para evitar lesiones", concluye.

Un trabajo en el que ya se están dando los primeros pasos desde algunos ámbitos. En este sentido, el impacto psicológico que la pandemia de la covid-19 puede haber generado entre los jugadores profesionales europeos ha sido objeto de análisis en un estudio elaborado por el sindicato mundial de futbolistas (FIFPro). Entre el 22 de marzo y el 14 de abril, hicieron una encuesta entre 1.602 jugadores de dieciséis países que han implementado medidas drásticas para frenar la covid-19. Participaron 1.134 hombres (con una edad promedio de 26 años) y 468 mujeres futbolistas (promedio de 23 años). El 22% de las mujeres futbolistas y el 13% de los hombres presentaron síntomas que corresponden a un diagnóstico por depresión; así como el 18% de las mujeres y el 16% de los hombres informaron de situaciones de ansiedad generalizada.

"El porcentaje de jugadores que informó de padecer síntomas fue notablemente superior entre los que se preocupaban por su futuro en la industria del fútbol, según concluyó el estudio", apunta FIFPro, que recuerda que en otro estudio realizado entre diciembre y enero pasados sobre 307 jugadores, el 11 por ciento de las futbolistas y el seis de los hombres informaron de síntomas coincidentes con un diagnóstico de depresión.

FIFPro, que dispone de un blog diario para actualizar las consecuencias que la crisis sanitaria está generando en cada país, ya elaboró un estudio en 2015 que reflejó que el 38% de los jugadores profesionales en activo y el 35% de los retirados habían padecido depresión o ansiedad en algún momento de su carrera profesional.

Relación. Está comprobado que el estado emocional del deportista incide en la posible aparición de lesiones y la ansiedad generada por la situación actual puede deparar secuelas.

Preparación integral. Para tratar de minimizar estos posibles efectos secundarios los expertos abogan por implementar una completa preparación integral, que no se centre únicamente en el apartado físico sino que tenga en cuenta una atención psicológica personalizada en función de las necesidades que presenten a la vuelta a la normalidad.

16%

El sindicato mundial de futbolistas (FIFPro) ha elaborado un estudio para medir el impacto psicológico que el covid-19 puede haber generado entre los jugadores y ha desvelado que un 16% de los encuestados -1.134 futbolistas de dieciséis países diferentes- mostraron síntomas de ansiedad de moderados a severos, lo que supone más del doble de lo que reflejan las estadísticas en condiciones normales.

La mente del atleta tiene que estar totalmente centrada en lo que hace y ahora es fácil que tenga la cabeza en otro sitio