- Como el mundo no es lo que era y la nueva normalidad continúa siendo la excepción, el futuro es un asunto indescifrable incluso para los videntes y los visionarios. Ante una realidad desconocida, bamboleante y mutante por culpa del coronavirus, el calendario ciclista que se anunciará el martes tampoco será una resolución inamovible, pero será el perchero en el que colgarán las carreras de la reconstrucción. La UCI (Unión Ciclista Internacional) fijará las competiciones para un curso exprés, en el que una vez enroscado el Tour en septiembre, la Vuelta a España probablemente apoye un pie en octubre y otro en noviembre. El Euskaltel-Euskadi, de regreso a la élite, imagina estar en Irun, desde donde partirá la carrera española después de que la salida desde los Países Bajos quedara cancelada. "Tenemos ilusión por estar en la Vuelta", desliza Jesús Ezkurdia, mánager del Euskaltel-Euskadi.

En un escenario normal, las opciones de que la estructura naranja agarrase la Vuelta en su primer curso como ProTeam se antojaban quiméricas, aunque no por falta de interés, espíritu competitivo, estructura económica o apoyo social. "El primer año es muy difícil acceder a una invitación de una grande. Nosotros queríamos correr la Vuelta, eso está claro, pero éramos conscientes de que era muy complicado hacerlo y, en principio, no estaba previsto en los planes del equipo. Pero todo ha cambiado. La situación es muy distinta", desgrana Jesús Ezkurdia, mánager de la formación vasca. Las invitaciones, que no fueron confirmadas por la organización antes del estallido del coronavirus, parecían, en cualquier caso, asignadas para el Caja Rural y el Burgos BH.

Sin embargo, el vuelco de la situación puede abrir una puerta por la que el equipo vasco se adentre en la ronda española a través de la ampliación del número de invitaciones. Ante la escasez de competición que se espera en una campaña mutiladísima, los equipos, los corredores y los organizadores son proclives a aumentar la participación de escuadras en las carreras. "La asociación de equipos, la de corredores y la de organizadores está por la labor de ampliar el número de equipos participantes, por lo que se nos abriría una opción de estar en la Vuelta, pero es una decisión que tomará la UCI y no será inmediata. En cualquier caso, nosotros tenemos más esperanzas de estar en la Vuelta que antes", argumenta Ezkurdia, sabedor de que la organización de la carrera recibiría con los brazos abiertos al Euskaltel-Euskadi.

En una campaña tan extraña, donde la excepción es norma, entiende el mánager del conjunto vasco que cabe la opción de explotar la vía de la ampliación de invitaciones y poder presenciar la subida de la marea naranja desde Irun, punto de salida de la primera etapa de la Vuelta. "Ante una situación como la que estamos viviendo, lo lógico sería flexibilizar las normas. El Tour se ha trasladado de fechas, algo impensable hasta que las condiciones obligaron a ello. Lo mismo ocurre con la Vuelta, que solo tendrá 18 etapas, algo inimaginable hasta que ha pasado todo esto", expone Ezkurdia. Las circunstancias han obligado a encoger tanto el calendario que apenas es un boceto de lo que debería ser. "Parece lógico ofrecer la mayor competición posible al máximo de equipos puesto que el calendario se ha reducido muchísimo", subraya el mánager del Euskaltel-Euskadi.

Ezkurdia pone voz a un deseo compartido por la mayoría de agentes que vertebran el ciclismo, que esperan la resolución de la UCI, centrada en armar el calendario. "Ampliar el número de equipos participantes en las carrera es una idea que manejamos equipos, corredores y organizadores. Es una petición que se ha traslado a la UCI y que ellos deberán decidir". Las conversaciones entre las partes implicadas continúan abiertas y no se espera una respuesta inmediata por parte de la UCI cuya prioridad pasa por establecer el calendario. En principio, el organismo rector del ciclismo parece reacio a abandonar la fórmula de un pelotón formado por 22 equipos de ocho ciclistas cada uno para las grandes vueltas.

La decisión no está tomada, menos si cabe en las actuales circunstancias donde apenas existen certezas. Con la supervivencia de varias estructuras amenazadas ante la falta de músculo financiero, garantizar la presencia de los equipos en las grandes carreras serviría de respiradero para algunos proyectos. "Afortunadamente, gracias a nuestros patrocinadores nuestro problema no es de dinero, estamos al día. El problema es disponer de carreras. Ampliar la nómina de equipos en las competiciones sería una buena medida para salvar a los equipos", enfatiza Ezkurdia a la espera de "ver qué pasa". Al mánager del Euskaltel-Euskadi le encantaría ver teñido Irun de naranja. El color de la esperanza.

"Parece lógico ofrecer la mayor competición posible al máximo de equipos ya que el calendario se reduce"

"En esta nueva situación, nosotros tenemos más esperanzas de estar en la Vuelta que antes"

Mánager del Euskaltel-Euskadi