- La pandemia del coronavirus covid-19 dejará las carreteras vascas huérfanas de ciclismo hasta la celebración de la Vuelta, si se produce. La Itzulia, que estaba programada entre el 6 y el 11 de abril, quedó aplazada sine die por la situación sanitaria a la espera de posibles cambios en la tendencia de la crisis, pero ayer mismo Julián Eraso, presidente de Oceta, anunció que no se correrá esta campaña por la “difícil situación actual”. Además, la complicada coyuntura acarrea la suspensión de la Clásica San Sebastián.

Aunque la UCI contaba con ambas pruebas para engordar el circuito anual e, incluso, se barajó la primera semana de agosto como posible encaje de ambas, la organización consultó a otros organismos -ayuntamientos y estamentos políticos que colaboran con los eventos de forma activa-, quienes aconsejaron la suspensión. “La situación sanitaria ha traído unas necesidades económicas y dichas necesidades hay que destinarlas a gente que lo está pasando mal”, reseña Eraso.

“Nuestras carreras mueven a miles de personas dentro y fuera de los eventos. En esta situación no podemos contribuir a un nuevo rebrote y a su propagación. Además, no creemos que sea nuestro momento de pedir a los ayuntamientos e instituciones ninguna ayuda. Es momento de devolver a la sociedad lo que tanto nos ha dado durante tantos años y preferimos que el dinero destinado a la carrera por parte de instituciones pueda invertirse en volver a la normalidad y salvar vidas”, declara el máximo representante de Oceta. Asimismo, Eraso verifica que “nos duele comunicar esta noticia por todo lo que hemos luchado por mantener las carreras en el calendario”. “Tras la noticia del aplazamiento de la Itzulia nos pusimos en contacto directo con la UCI. La Itzulia podría haberse corrido la primera semana de agosto y el mismo domingo de esa semana disputarse la Clásica San Sebastián; sin embargo, no creemos que sea momento de organizar un evento multitudinario con la que está cayendo”, desbroza.

Aunque se trate de una prueba de un solo día, los altos costes que genera la cita guipuzcoana fueron claves para desistir a la hora de mantener la cita en el verano vasco, ya que las instituciones no podían permitírselo, tal y como revelan desde la organización. Con todo, a pesar de la inminente desescalada del coronavirus covid-19, no estaba del todo asegurada la posibilidad de que los ciclistas tomaran la salida en Donostia.

Desde Oceta aseguran que el calendario de salidas y metas se mantendrá para las ediciones de 2021. La Itzulia se celebrará entre el 5 y el 10 de abril. Es decir, la primera etapa se disputará entre Eibar y Arrate (160,15 kilómetros); la segunda, entre Amurrio y Laudio (162,8 kilómetros); la tercera, entre Gasteiz e Ibardin (197,98 kilómetros); la cuarta, entre Bera y Errenteria (175,83 kilómetros); la quinta, entre Errenteria y Sestao (180,04 kilómetros), y una contrarreloj individual en Bilbao para cerrar la ronda (21,1 kilómetros). La Clásica, por su parte, está programada para el 31 de julio.

Por otro lado, Javier Guillén, director de la Vuelta, reconoció ayer que las tres primeras etapas de la ronda española no se celebrarán. El descorche de la edición de 2020 estaba enclavado en los Países Bajos pero los cambios en el calendario provocados por la crisis sanitaria evitarán tal circunstancia. Unipublic y el comité organizador neerlandés están acercando posturas para retomar el proyecto la próxima campaña. “El cambio de calendario suponía un cambio en el programa inicialmente previsto. A partir de ahí, valoramos detenidamente la situación con nuestros socios holandeses, con quienes hemos trabajado en absoluta armonía y en un clima de total colaboración; y todos llegamos a la misma conclusión: era imposible mantener la esencia del proyecto con estas nuevas condiciones”, analizó el máximo responsable de la carrera.

De este modo, Irun será el escenario en el que comience la Vuelta, que únicamente tendrá 18 jornadas y se correrá en otoño en una fecha todavía por determinar. La primera etapa abrirá el tríptico vasco con la llegada a Arrate en una prueba montañosa de 169 kilómetros, entre Iruñea y Lekunberri (151 kilómetros) se correrá la segunda y Lodosa iniciará la tercera, que llega hasta Laguna Negra de Vinuesa (163 kilómetros).