- Dado que la emergencia sanitaria del coronavirus no remite y cada vez se antoja más difícil que la temporada 2019-20 pueda finalizar con normalidad, comienzan a amontonarse los equipos de la Euroliga que permiten la marcha de sus trabajadores a los respectivos países de origen. Una actitud comprensible que, por otra parte, no ha calado en el seno del Baskonia, donde toda la plantilla se mantiene confinada en sus respectivos domicilios de Vitoria con un trabajo personalizado a la espera de acontecimientos.

El Zalgiris abrió la veda hace semanas concediendo la carta de libertad a sus estadounidenses y esta estela empieza a ser seguida por otros clubes quedando la duda de si todos ellos podrán regresar en algún instante ante las fuertes restricciones impuestas por las autoridades de todos los países en cuanto al transporte internacional.

El último caso llamativo tiene como protagonista a Zeljko Obradovic, el nueve veces ganador de la máxima competición continental que ayer fue repatriado por el Gobierno serbio a su Cacak natal. Junto a otros ciudadanos balcánicos afincados en Turquía, el técnico del Fenerbahce regresó a casa en un avión fletado por las autoridades, tal y como aseguró el ministro de Relaciones Exteriores del país, Ivica Dacic. Cabe recordar que jugadores, cuerpo técnico y personal de la entidad otomana se sometieron a pruebas de detección del coronavirus después de algunos de ellos exhibiesen síntomas. Ninguno requirió hospitalización, pero Obradovic acaba de dejar Estambul.

En plena pandemia del covid-19, prácticamente la mitad de participantes de la Euroliga ya ha dado carta blanca a sus jugadores con el fin de que regresen a sus lugares de origen cerca de sus seres queridos. Sin ir más lejos, el pasado martes también se conoció que Malcolm Delaney, hastiado de su soledad en la Ciudad Condal pero en este caso sin el permiso del Barcelona, había decidido volver por su propia cuenta a Estados Unidos. Ante el cierre aéreo establecido en Italia, Sergio Rodríguez se metió entre pecho y espalda días atrás la friolera de 1.500 kilómetros en coche para abandonar Milán, una de las zonas rojas donde el virus se ha extendido de forma virulenta, y reunirse en Alicante con su familia.

Además del Zalgiris y Armani, otros equipos que han permitido la marcha de sus jugadores hasta la fecha son el Olympiacos, el Panathinaikos, el Maccabi, el Alba Berlin, el Khimki y el Asvel Villeurbanne, cuyo afamado propietario Tony Parker está siendo una de las voces cantantes para que la Euroliga de esta campaña baje definitivamente la persiana.

Otros conjuntos como el CSKA comen aparte. Y es que el vigente campeón de la Euroliga lleva entrenándose desde hace varios días e incluso se ha permitido el lujo de organizar partidos con árbitros entre sus propios jugadores. El opulento club ruso asegura que está siguiendo todos los protocolos de seguridad, aunque eso no significa que vaya a suspender su actividad.