ónde está mi límite? Esta es una de las preguntas que en algún momento de nuestra de vida nos hemos hecho y probablemente sea una de las que nos estemos haciendo ahora en estas circunstancias que nos ha tocado vivir una pandemia.

Antes de seguir quiero dejaros esta reflexión de Carl Gustav Jung, pionero de la psicología profunda y de la teoría del inconsciente colectivo: “El ser humano está preparado para afrontar cualquier situación, incluso la más adversa, siempre y cuando comprenda cuál es el sentido de lo que le sucede”.

Este artículo está orientado a reflexionar, sin emitir juicios, acerca de los límites en el deporte y en la vida. A veces no sabemos cuándo parar. De ahí la importancia de conocernos tanto por dentro como por fuera y saber hasta dónde mi organismo está preparado para llegar o afrontar una prueba o determinada situación. Porque seguramente hayas estado entrenando durante semanas, meses e incluso años y cuando llega el momento puede que todo vaya bien o que surjan o aparezcan dificultades en el camino incluso momentos antes de llegar a meta. Es aquí donde empiezan las preguntas: ¿Estaré lo suficientemente preparado/a?¿Por qué justo ahora me lesiono o enfermo?Estoy tan cerca a tan pocos metros que, ¿voy a parar ahora? Y es que nuestro cuerpo somatiza todo lo que sentimos, es un vehículo de expresión y hay que aprender a escucharle porque nos está enviando señales y a veces las obviamos o no les hacemos caso.

Muchas veces los deportistas, y sobre todo en el deporte de élite, someten cuerpo y mente a duros entrenamientos y disciplina para poder estar preparados a la hora de asumir las pruebas o diferentes retos. Sabemos que la mente, las ganas, la superación del ser humano consiguen que se realicen hazañas y resultados extraordinarios. Pero, ¿qué pasa cuando fallan las fuerzas, o algo inesperado sucede?

Muchas veces todos hemos visto imágenes de deportistas llegando en determinadas condiciones a meta donde se teme por su salud o incluso en alguna ocasión motivados y ayudados por un compañero o compañera de carrera. Hay muchos ejemplos e imágenes que podemos ver que no se nos van a borrar de la memoria de deportistas entrando a meta en condiciones físicas aparentemente preocupantes, teniendo que ser siendo atendidos por personal médico de forma inmediata. Esto no lo escribo para alarmar, ya que ellos son conocedores de sus límites. Por eso hablo de la importancia de conocer hasta dónde puedo llegar, saber cómo funciona nuestro cuerpo y que signos me está dando para poder interpretar si seguir o parar: Porque ante todo la salud debería de estar por encima de todo.

Recuerdo un día una conversación con Ruth Brito Curbelo, campeona de triatlón en media distancia (2017) y campeona del triatlón larga distancia (2012), a quien tengo mucho cariño. Recuerdo sus ánimos en mi pequeño primer triatlón de la mujer hace unos años en San Sebastián con una buena amiga. Ruth y yo nos encontramos un caluroso día verano cuando ella estaba con sus alumnas de triatlón. Ruth estaba preparándose para el triatlón de Vitoria-Gasteiz, quedaba casi solo un mes para tener que realizarlo, pero noté que algo le pasaba. Me comentó que no se encontraba al 100%, sus bronquios estaban afectados y aunque nunca antes había tenido asma ahora era eso lo que le habían inicialmente diagnosticado. Es curioso porque las dos nos encontrábamos en la misma situación. Seguimos hablando y, saliendo mi lado protector, me preocupé por ella. Entendía su situación, después de tanta preparación, y de alguna manera la responsabilidad que una deportista a su nivel siente ante una prueba en su ciudad y además a tan poco tiempo.

Ambas teníamos claro que lo primero es la salud, pero Ruth a mi pregunta ¿crees que podrás realizar la prueba? Me contestó algo que me dejó tranquila por ella y me pareció responsable a la vez que profesional: Conozco perfectamente mi cuerpo y sé hasta dónde puedo llegar . Sabré si podré seguir o en qué momento deberé parar. Eso me hizo reflexionar de la importancia de conocernos, de reconocer las señales e interpretar lo que nos está pasando, de lo que llamo el autoconocimiento corporal que es también muy importante en el deporte.

Por eso hay que entrenar también esa parte. De ahí el hacer lo aconsejable, realizar las medidas preventivas como las pruebas de esfuerzo, que nos van a indicar en qué parámetros movernos, el saber identificar qué es lo que nos está pasando, cómo actuar, ser conscientes y responsables de nosotros mismos. A veces el saber parar a tiempo es también una gran victoria que nos prepara para afrontar nuevos retos. Esto podemos aplicarlo a nivel deportivo y a nosotros mismos. Así que: ¿Estás cuidando de ti? ¿Cómo estás tratando a tu cuerpo? ¿Cuánto autoconocimiento tienes de ti mismo/a? Te invito a que respondas estas preguntas, a que seas consciente de la importancia de escuchar a tu cuerpo porque muchas veces nos está hablando y no nos paramos a escucharle. El deporte es salud, la salud es vida y está para vivirla. Disfruta porque todo llega, todo pasa y todo cambia. Recuerda que detrás de toda mala experiencia hay una bendición escondida.

La autora es socia de Sport&Play