vitoria - Tesón, constancia, sacrificio y sobre todo mucho trabajo son algunos de los calificativos que se le pueden aplicar, sin duda, a David Meca. El nadador catalán de 46 años se hizo mundialmente conocido tras completar a nado la isla de Alcatraz y la bahía de San Francisco en 1999 para protestar por el doping del que fue acusado ese año en una prueba celebrada en Brasil. Aquello le puso en el radar de todos pero su lucha continuó hasta 2002, año en el que pudo desmentir todo. Tras esto ha sido 28 veces campeón del Mundo y ha realizado multitud de travesías a lo largo del planeta. Hoy, ya retirado, se dedica a contar su experiencia en el deporte en congresos como la I edición de la Gasteiz Sport Business que se celebró ayer en Vitoria. En el acto contó su trayectoria, sin titubeos, y se le pudo ver emocionado después de ver el vídeo de su travesía entre Jávea e Ibiza en el 2006 en 25 horas y media.

¿Es inevitable no hacerlo, no?

-Así es, para mí el deporte ha sido mi vida al que he dedicado horas, años y décadas, por lo que cuando consigues algo después de tanto esfuerzo y pasándolo muy mal ante tanta adversidad es todo un orgullo. Es lo más bonito que le puede pasar a un deportista y ojalá eso no lo olvide nunca. Estoy muy orgulloso de mis medallas de campeón del mundo pero esos retos y en especial este en el que no tiré la toalla, la verdad que me encanta y es muy emocionante.

En su intervención ha hablado de los valores que ha ido adquiriendo durante su carrera y aunque no lo ha comentado, ¿cree que se ha podido guiar también por una cierta revancha personal?

-Sinceramente creo que si no hubiera habido una injusticia, como la acusación por doping en 1999, no sería quien soy hoy en día, estoy seguro. Creo que el hecho de levantarme o de demostrar eso ha hecho que sea campeón del mundo, quizá, pero sobre todo ha hecho que me animará a hacer los retos. Así que, sí creo que la vida está para la revancha y para demostrar o ponerse todo tipo de retos. Creo que aquella persona que se levanta sin uno sea deportivo, empresarial o de cualquier tipo es una putada porque al final es lo que te da vida.

En su caso estos retos han sido adquiridos, ya que la natación no ha sido su vocación si no una especie de medicación a su problemas.

-Así es, empecé nadando obligado por múltiples problemas que tuve en las rodillas y aunque parezca mentira a mí me tenían que obligar a ir a nadar de pequeño. Iba obligado y no me gustaba nada. Luego se convirtió en mi trabajo, era lo que hacía pero tampoco me apasionaba. Luego empecé a ganar dinero pero seguía sin gustarme. Al final, ¿a quién le gusta estar 27 horas 50 minutos nadando? Me lo planteé como algo que tenía que hacer, ya que sabía que mi carrera deportiva iba a ser muy corta.

El punto de inflexión de su trayectoria deportiva lo marcó la acusación de doping en 1999. ¿Cómo recuerda aquel momento?

-Pues siendo el peor capítulo de mi vida se convirtió en el mejor porque plantamos cara como decías. Teníamos dos posibilidades, una era rendirse y la otra luchar para demostrar por todos los medios posibles nuestra inocencia. Luchamos mucho durante mucho tiempo. Es un tema que es injusto pero que la vida esta llena de injusticias en todos los ámbitos de la vida y lo único que puedes hacer es seguir nadando.

En su caso lo intentó primero con palabras pero decidió pasar a la acción y demostrar ahí todo.

-Así es, primero lo intenté con palabras y con pruebas científicas. Una vez me dieron la razón en 2002 lo pudo demostrar con medallas.

Antes decía que este traspiés le abrió la puerta a una nueva vida en forma de retos en alta mar y para empezar se planteó el reto de hacer la travesía en la prisión de Alcatraz. ¿Cómo se fraguó todo?

-En aquel momento estaba solo yo y no tenía ningún equipo detrás. Me cogí un barco y un avión hasta San Francisco junto a algún medio de comunicación como Reuters para expandirlo pero poco más. Fue tal la repercusión de lucha que luego poco a poco fue creciendo mucho.

Con este reto cayó bocas.

-Sí, al final no soy quien pero más de lo que hice no podía demostrar. Me he convertido en el nadador más lauredado, he ganado campeonatos del mundo y hecho multitud de retos de larga distancia. Todo eso vino después y entonces ¿ahora qué me tomo? (Sonríe orgulloso)

Como dice después de volver a ser habilitado continuó compitiendo en torneos internacionales pero siempre con un ojo puesto en hacer otro reto en mar abierto.

-La verdad que la natación me daba las medallas y los retos me ofrecían los patrocinios o los minutos en la televisión. La natación me daba segundos pero las travesías semanas.

En la comparecencia ha comentado que la repercusión mediática le llevó a que la prensa rosa le juzgara, sin pruebas, después de no haber podido completar el estrecho de Gibraltar en su primer intento.

-A veces creo que como no tienen noticias y tienen que sacar algo en ese momento me tocó a mí. El reto no lo completé pero no porque no pudiera si no porque capitanía marítima nos hizo abandonar. Montaron una película y me dio mucha rabia.

No lo logró pero volvió a intentarlo y lo consiguió, ¿cómo se define a nivel deportivo o personal?

-Soy una persona que sabía que mi carrera se iba a acabar y antes de que se terminara la finalicé yo. Me retiré como campeón del mundo y con muy buenos recuerdos. Monté empresas muy joven y tengo mis estudios en Estados Unidos.

En su carrera, ¿cómo le gustaría que le recordaran?

-Como una persona luchadora, constante, tenaz y obsesiva hasta el punto que no he querido tener pareja hasta que me he retirado de la alta competición porque sabía que eso me iba quitar de rendir en mi deporte. Es curioso pero no tuve tele hasta que me retiré. Me marché a Estados Unidos y estuve allí 10 años. Sabía que si veía una película a la noche no me iba a despertar a las 04:40 horas. Era consciente de que mi carrera iba ser corta pero quería luchar.

Una vez se retiró empezó a dar charlas como las de hoy en Vitoria. ¿Qué quiere transmitir?

-Es bonito y no digo solo con empresas o empresarios. Hablamos de valores y de compartir tu historia con la gente, es muy bonito. Además, tengo la suerte de que al haberme formado en Estados Unidos las puedo hacer en inglés, por lo que puedo viajar. Me encanta y es mi vida. Creo, eso sí, que se tendría que hacer más en colegios, puede ser clave.

En la I edición de la Gasteiz Sport Business han habido muchas charlas, ¿qué destacaría del evento?

-En general todo. Todos los deportistas son de deportes minoritarios y se lo han currado mucho. En mi caso soy anti fútbol y me ha gustado escucharles. Nadie nos regala nada y todos son ejemplo de ello.

Aunque esté retirado, ¿se despierta algún día con ganas de hacer algún reto de nuevo?

-Sigo nadando por mantener el abdominal en su sitio y porque creo que algún día sí me animaré a hacer alguno. No ahora pero dentro de muchos años con 80, 90 o 120 lo intentaré (ríe). Ojalá que con esa edad pueda hacer algo pero bromas aparte seguiré haciendo deporte solamente por mantener la salud.