Vitoria - Con un poco de retraso respecto al pelotón profesional, que lleva ya unas semanas compitiendo, el calendario provincial de pruebas de ciclismo está a punto de levantar el telón de una nueva temporada dando paso a una intensa actividad, fundamental sin duda para que la primera línea de este deporte pueda conservar su brillo. Y es que sin el esfuerzo y sacrificio que día tras día llevan a cabo quienes se mueven en este ámbito -tanto corredores como responsables de equipos u organizadores- sería absolutamente imposible, por ejemplo, disfrutar de la excelente noticia que supone la presencia de ocho corredores alaveses en equipos profesionales.

Por ello, conviene tener en cuenta y dar el valor que se merece a una completa programación que, un año más, vuelve a crecer tanto en número como en calidad. En el ejercicio actual, además, poniendo el foco principalmente en un segmento muy concreto, como es el ciclismo femenino. Una categoría que en los últimos años ha visto cómo se ha pasado de la única carrera que se organizaba en Álava en 2016 a los ocho días de competición que se pretenden llevar a cabo en este 2020. Y esa, sin duda, es la principal novedad del calendario.

Porque en los planes de la Federación Alavesa está añadir tres nuevas jornadas competitivas a las cinco que ya tuvo el pasado ejercicio. De esta manera, junto a las dos competiciones que forman parte del Torneo Euskaldun y tienen lugar en Barrundia y Agurain se mantendrán también las tres etapas que en 2019 conformaron la recuperada Vuelta a Álava. Sin embargo, esta prueba sufrirá una modificación, ya que pasará a denominarse Aiarako Bira como consecuencia de que volverá a disputarse íntegramente en territorio ayalés.

No es, en cualquier caso, el único motivo para este cambio. Hay otro si cabe más importante. Y es que la Federación pretende levantar otra Vuelta a Álava de verdad, ya que abarcaría bastantes más zonas de la provincia. Constaría igualmente de tres etapas y con ello se conseguiría dotar al pelotón femenino de un más que interesante calendario de ocho jornadas de competición.

Aunque todavía restan algunos detalles para que este proyecto pueda convertirse en realidad, la idea está ya muy avanzada. Así, una de las etapas tendría como punto de salida y llegada la localidad de Navaridas, otra se desarrollaría en el espectacular entorno del pantano de Ullíbarri-Gamboa y el gran colofón final llegaría con el plato fuerte de la carrera. Porque el gran objetivo es que esta competición baje el telón con una prueba final que tendría lugar en Vitoria y ubicaría la línea de meta en algún lugar céntrico de la capital alavesa.

Y es este precisamente el último obstáculo que resta por superar para que la iniciativa llegue a buen puerto. La Federación que preside Julia Liberal se encuentra en conversaciones con el Ayuntamiento gasteiztarra para tratar de obtener el visto bueno definitivo del Consistorio en un doble sentido. Por un lado el apoyo a la organización y, por otro, los permisos para que la carrera pueda terminar en un punto neurálgico de la ciudad.

Un último aspecto este que es el que más reticencias despierta habitualmente por las afecciones que puede generar tanto al tráfico circulatorio de automóviles y tranvía como al de los peatones. Sin embargo, el ciclismo cuenta con una importante baza a su favor respecto a otros deportes y es que, al moverse en una horquilla de tiempo muy reducida y controlada -al que no lo cumple la organización lo retira de la carrera- necesitaría modificar el funcionamiento normal de la ciudad durante un periodo muy corto.

Si definitivamente sale adelante esta idea, sus responsables consideran que se conseguiría el doble objetivo de acercar el ciclismo a todo el mundo -"Necesitamos ser visibles. No puede ser que queramos hacer una prueba y se nos mande donde San Juan bajó el dedo. Si no se nos ve, no estamos", reclamaba semanas atrás Julia Liberal en este periódico- y promocionarlo especialmente entre las mujeres. Porque esa es otra de los asuntos que centra la atención de la Federación, que ve con preocupación cómo solo el 2% de sus 1.500 licencias corresponden a féminas.

Al margen de la gran novedad que representa esta apuesta por las chicas, 2020 vuelve a ofrecer un calendario amplio tanto en escuelas (donde corren 150 chavales), como en cadetes y junior. Además se mantiene la línea de actuación iniciada en 2016, cuando se puso en marcha el circuito de carreras -que este año contará con cinco de carretera y tres de montaña- para ciclistas sin equipo desde la categoría sub-23 hasta Master 60. En definitiva, un menú amplio y variado que a buen seguro hará las delicias de los amantes del deporte de las dos ruedas y ayudará a conseguir que disfruten de un futuro brillante.