Shenzhen - A Garbiñe Muguruza le ha sentado bien el cambio de año y de entrenadora, ahora Conchita Martínez, con quien ganó Wimbledon en 2017, uno de los dos Grand Slams que figuran en su palmarés. Si en todo el 2019 solamente logró acceder en una ocasión a las semifinales de un torneo, que fue el de Monterrey, donde a la postre se proclamó campeona, en su primera competición en 2020 ya ha conseguido alcanzar la penúltima ronda, en este caso en Shenzhen (China). La vasco-venezolana, sexta cabeza de serie, se impuso en los cuartos de final a la kazaja Zarina Diyas por 6-4, 2-6 y 6-4 en dos horas y diez minutos. Además, es la primera vez que gana tres partidos seguidos desde Roland Garros.
No fue un compromiso sencillo para Muguruza, que resolvió en los dos últimos juegos gracias a la rotura de saque de su rival. Fue en esos dos juegos definitivos en los que salió a relucir la eficacia de la número 35 del ranking mundial. “Esperaba un partido duro y eso es lo que ha sido. Lo único que quería era salir a la pista y competir bien, darme esa oportunidad. Y estoy realmente contenta con esta victoria, que me da otro chance para volver a jugar otro partido mañana -por hoy- y seguir trabajando en mi juego”, dijo al batir a la número 75 del orden mundial.
En la penúltima ronda aguarda la rusa Ekaterina Alexandrova (34ª de la WTA), que se deshizo de la china Qiang Wang (28ª) por 3-6, 6-4 y 6-3. La única vez que se han cruzado Muguruza y Wang fue en el citado Wimbledon 2017, cuando Garbiñe fue superior (6-2 y 6-4). De ganar, la caraqueña se verá nueve meses después en una final y podrá confirmar su cambio de dinámica. - E. Oyarzabal