Pamplona- Miguel Indurain afrontará a sus 55 años un nuevo reto en el ciclismo con su participación en la Titan Desert 2020, una competición de ciclismo de montaña por etapas que se celebrará entre los días 19 a 24 de abril en el desierto de Marruecos. Indurain, ganador de cinco Tour de Francia y dos Giro de Italia, cambiará en esta ocasión la bicicleta de carretera por la de montaña y el asfalto por la arena y las dunas del desierto corriendo con el equipo KH-7, que dirige y en el que compite su excompañero de equipo Melcior Mauri y con el que formará equipo junto a su hijo Miguel. El mejor ciclista español de todos los tiempos aseguró que Mauri llevaba tiempo animánole a probar participar en la carrera y que este año, hablándolo con su hijo, decidió competir: “Mi hijo Miguel quería probar un nuevo reto y me animé”.
Objetivo: terminar la carrera Preguntado sobre la preparación que tiene previsto realizar, Indurain aseguró que aún es pronto para pensar en ello y que no tiene nada previsto por el momento: “He hablado con Melcior, pero es él quien tiene la experiencia y poco a poco me irá diciendo lo que tengo que ir preparando, como tengo que entrenar, que me tengo que llevar, trucos y todo lo necesario para este tipo de pruebas. Aún no sé ni donde voy a entrenar, la idea es ir a Marruecos con todo preparado ya. Al final no voy a competir, voy a terminar la prueba”, aseguró el exciclista, quien confesó que otra de las razones que le hicieron decidir acudir a la prueba es “ver otra modalidad y ver otro país como es Marruecos, donde no he estado mucho. En definitiva, seguir disfrutando de la bicicleta”.
Sobre esa preparación, Miguel confesó que no será al máximo nivel, ya que su objetivo es terminar la prueba, no ganarla: “Entenaré cuando haga bueno e intentaré evitar la lluvia, no tengo la presión de ir a ganar. El objetivo es ir en una buena condición de rodar e ir poco a poco”. El navarro aseguró que la bicicleta de montaña no es algo a lo que esté acostumbrado, pero que espera ir adaptándose con la preparación y destacó que, en lo que más cree que va a notarlo en la carrera, es por la orientación una vez esté en el desierto, algo necesario para una prueba de estas características, pero aseguró que “vamos en un equipo de tres, con mi hijo y Melcior, que ya controla el terreno, por lo que nos apoyaremos en él cuando nos haga falta”.
Indurain aseguró también que el cambio de asfalto a la arena del desierto no es algo que le preocupe, ya que “las últimas ediciones han sido más rodadoras” y, pese a que aún no es oficial el recorrido de la edición de 2020, “esperamos que sea más rodadora que técnica, así que lo que habrá que hacer es pulir en la carretera para ir quemando kilómetros una vez estemos en carrera”, aseguró. La Titan Desert se ha convertido en los últimos años en una carrera a la que muchos exciclistas profesionales se han decidido participar, corredores como Abraham Olano, Laurent Jalabert, Claudio Chiapucci y el propio Melcior Mauri, ganador en la edición de 2007, corredores sobre los que Miguel Indurain aseguró, “hablaré con alguno de ellos para que me den consejos, pero sobre todo cuento con la experiencia de Melcior Mauri, que es quien llevará la voz para la Titan, y quien nos guiará en las etapas”. Finalmente, Miguel confesó que es un reto a sus 55 años enfrentarse a una carrera de estas características pero que espera manejarse bien en ese terreno: “Estos últimos años he estado en pruebas muy duras y he aguantado bien, así que espero dureza pero confío en poder terminar.