y llegó el otoño con sus nubes y su lluvia. Eso es lo que creo que pensamos todos cuando nos levantamos este pasado domingo 20 de octubre, con la intención de ir a Legutiano, para correr su carrera, la octava edición de la Jarindo Albertia, organizada por el Bostibaieta Kirol Elkartea. La verdad es que ya podía haber esperado un par de días antes, ya que según me comentaba Ainhoa, una de las responsables de esta coqueta prueba de montaña, justo el día anterior el recorrido estaba perfecto para disfrutar del monte. Las lluvias caídas la noche del sábado al domingo habían hecho que muchas partes del terreno ya no pudieran soportar más agua y ello condujo a la aparición de bastante barro, el cual se hizo más incómodo en alguna bajada que otra.
mikel y david Con el coche bien aparcado, gracias a las buenas indicaciones de los voluntarios, me dirijo a por el dorsal, el cual también recojo rápido, con el detalle de una camiseta muy bonita de regalo. Así que pregunto por la consigna y tras dejar la bolsa para ducharme y coger todo lo necesario voy para la salida, con idea de calentar un poco.
Es justo en este momento cuando me paro a charlar con gente, con David y Mikel, que casualmente conocen a mi amigo Gustavo, ausente en esta ocasión por una pequeña lesión. Ánimo y a recuperarse Gus, esta carrera el año que viene es tuya. Charlando un rato con David me cuenta que tiene un blog https://voyquenovoy.blogspot.com , en el que trata con detalle un montón de pruebas que ha realizado, bastante bien detalladas con gráficos y fotos, las cuales pueden servir de orientación para decidirse entre una carrera u otra. La verdad es que un blog interesante. Me sirven las descripciones de recorridos que hace, no tanto los tiempos que tarda en hacerlos, ya que son demasiado rápidos para mí. Hoy afronta la carrera con dudas ya que esta un poco lejos de su mejor forma, pero aspira a andar cerca de la hora y 35 minutos.
Por otro lado, Mikel, al cual conozco personalmente, está más habituado a carreras de asfalto, si bien alguna carrera de montaña ha corrido. Alguna vez, mientras ha estado descargando mis piernas, gracias su trabajo de fisioterapeuta, hemos comentado esas medias maratones que es probablemente su distancia fetiche en la que tiene una fantástica marca de una hora y 22 minutos. No parece que se le diera mal el otro día en Legutiano, ya que consiguió un muy buen tiempo de 1:30:28.
inicio de prueba Una vez sacadas las fotos de rigor nos ponemos en posición para empezar la carrera. Entre una cosa y otra, saldré sin calentar, para variar. Por suerte para mí una vez comenzada, el primer kilómetro y medio es casi en su totalidad de asfalto. Me viene muy bien para calentar las piernas a poco de comenzar el terreno montañoso propiamente dicho. Justo al acabar el asfalto y antes de entrar en sendero de monte, nos encontramos una buena rampa, por pista, que poco a poco va poniendo a cada uno en su sitio. Yo hago grupeta con unos cuantos participantes como son Arantza, Ander, Aitor, Urtzi y Ana. Vamos recorriendo juntos dos kilómetros hasta la presa de Albina, muy bonito, pero con algún tramo de barro, lo que unido al poco taco que llevo en la zapatilla, error de principiante, me hacer ir no del todo cómodo.
Una vez terminado este sendero, de aquí hasta el buzón del Jarindo, se trata de una pista ancha gracias a lo cual no hay tanta concentración de barro. No paro de correr hasta arriba, quitando un par de palas. La verdad es que me encuentro muy bien y aprovecho para tres veces a sacar fotos. Hay un poco de niebla, pero el paisaje es muy bello. Se van sucediendo las curvas con los participantes pasando por ellas, mientras de fondo se encuentran los pantanos que rodean Legutiano, e incluso se intuye el Oketa. El Gorbea en esta ocasión no se ve por la mencionada niebla.
el peor tramo Coronado el Jarindo, nos tocó afrontar a mi modo de ver el peor tramo de la prueba. Una bajada de casi tres kilómetros por terreno resbaladizo y lleno de trampas en formas de agujeros, charcos de agua y alguna que otra molesta piedra. Hay quien se va como es el caso de Aitor, el cual me sacaría más de 12 minutos en meta. El resto bajamos agrupados y cómo podemos, sobre todo la parte final de la bajada. Son 200 metros con barro hasta arriba, donde era más fácil caerse que mantenerse erguido.
Al terminar la bajada, toca subir de nuevo, poco a poco, pero sin pausa hasta la cima del monte Albertia. Ander se queda un poco atrás, pero aun así llegaría a meta por debajo de las 2 horas. El resto vamos avanzando con nuestro objetivo puesto en el avituallamiento del kilómetro 9. Empieza a llover. Ya lo hacía aunque de manera muy leve minutos antes por la inmediaciones del primer monte, pero ahora ya descarga con algo más de fuerza. El frondoso bosque que nos acoge en estos kilómetros hace que no notemos tanto la lluvia, pero al llegar al avituallamiento ya vamos todos empapados.
Aquí nos esperan los verdaderos héroes de estas carreras y más en estas condiciones. Son, junto con los voluntarios que indicaban en cada cruce, no quedó ninguno sin que hubiera alguien -chapeau para la organización-, los que hacen posible que estas carreras resulten perfectas para el corredor. Acompañando al agua, plátano, ?, había sonrisas, palabras de aliento, de ánimo, ganas de que el participante marchara de allí con nuevas fuerzas para afrontar la segunda parte de carrera. Sin lugar a dudas es digno de agradecer y como no de mencionar, ya que muchas veces son los grandes olvidados.
última subida Por delante siete kilómetros más. Solamente dos y medio de subida, el resto tocaría bajar para llegar de nuevo a Legutiano. Es en este tramo de subida hasta el buzón del Albertia, cuando tanto Arantza, como Urtzi y Ana vamos intercambiando puestos dependiendo de si se trata de una pequeña subida o de un tramo más amable que nos permite correr. Es una gozada, a pesar de la chaparrada que nos cae, trotar por este terreno, lleno de historia por la batalla que tuvo lugar durante la guerra civil. A los árboles, hojas, piedras con musgo, se le unen las trincheras naturales por las que pasamos, así como podemos observar decenas de obuses caídos hace ya unos cuantos años. Nos queda el último repecho hasta el buzón, aquí Arantza lleva un puntito más de fuerza y la intento seguir mientras que mis otros dos compañeros de carrera quedan un poco atrás.
Una vez coronada la segunda y última cima de la mañana, empezamos a bajar. Aquí Arantza se va definitivamente, no la puedo seguir. Noto que voy bien de fuerzas y seguro que podría haber bajado más rápido, pero la ausencia de agarre de mis zapatillas, hace que tenga que bajar mi ritmo sino quiero ver mi cuerpo por el suelo en alguna curva.
fin del descenso y meta Finalmente terminamos el descenso y cogemos una pista que luego se convertiría en tramo asfaltado que ahora sí, me permite acelerar, pero ya sin poder darla alcance. Me noto muy bien, va ser verdad que el frío y la lluvia me van mucho mejor que el calor y el sol. Justo antes de llegar a Legutiano nos queda la última sorpresa que la organización nos tiene preparada. Se trata de una cuesta de cemento de 200 metros. Aquí ya se nota los kilómetros corridos y sobre todo los dos últimos donde el ritmo que he llevado ha sido más alto del normal. No falta, por supuesto, el ánimo de los vecinos durante todo este trozo. Es la mejor manera de llevar a buen término la dura rampa.
Terminamos corriendo a buen ritmo los últimos metros hasta la línea de meta entre los aplausos de la gente del pueblo para entrar en meta en un, creo yo, decente tiempo de hora y 53 minutos. Sin las paradas para sacar fotos es probable que hubiera andado por debajo de la hora y 50, pero me quedo con lo bien que me lo he pasado y lo a gusto que me he encontrado. Unos minutos antes que yo entró Arantza y Urtzi y Ana lo harían pocos momentos después de mi llegada a meta. Zorionak a todos ellos de mi parte.
llegada de juanpa Ya en meta mientras recupero fuerzas con un poco de tortilla de patata y veo como los afortunados a los numerosos sorteos recogen sus premios, veo llegar a Juanpa. Se trata de un chico que lleva mucho en el tema del deporte, pero relativamente poco en las carreras de montaña. Hoy ha afrontado su distancia más larga hasta la fecha. Lleva tiempo luchando con una condromalacia rotuliana, que es una lesión en el cartílago que existe entre la rodilla y el fémur. En su caso esta diagnosticado un grado 4, lo que afecta también al hueso además del propio cartílago. Poco a poco, después de tratarlo con cuidado y tesón, ha ido saliendo de la afección, hasta llegar a tenerla casi bajo control. El lema de Juanpa es “nunca te rindas” y eso lo ha llevado a la práctica con buen final, ya que terminó bastante bien la prueba solo un poco por encima de las dos horas. Mi más sincera enhorabuena por este gran reto conseguido. Podéis ver en su canal de You Tube, trailjuanpa, además de vídeos de otras rutas, de cómo supero la lesión, etc?, el vídeo de la prueba grabado en primera persona.Aqui os dejo el enlace https://youtu.be/CHsUF0anL9E
conclusión de la carrera Con esto terminó esta mañana de monte, un poco pasada por agua, pero muy divertida. Me despido no sin antes dar las gracias a todos los que habéis compartido un momento conmigo, bien para una foto, un comentario, una experiencia, que es de lo que va esto. Ver la otra parte de las carreras, marchas, salidas, como cada uno quiera llamarlas. Por supuesto mi agradecimiento a todo el club Bostibaieta kirol elkartea, por todas las facilidades dadas. Gracias Ainhoa por el trato y sobre todo por como vivís y afrontáis la organización de esta prueba. Le ponéis ilusión, ganas, saber hacer, no en vano esta ya es la octava edición y eso algo querrá decir. Seguro que algo se podrá hacer mejor, pero eso ya lo sabéis vosotros. Yo lo único que os pido, desde estas modestas líneas, es que no cambies mucho la forma de hacer las cosas, ya que, a mi modo de ver, el volcaros con el corredor popular y sobre todo con la gente que llegamos en las posiciones traseras, es lo que creo que hace tan especial esta carrera. Prometo volver el año que viene.
Un saludo y en breve nos vemos con otra prueba. Será una marcha de montaña por la Sierra Salvada, la marcha Gorobel 2019, en noviembre.