Al técnico de las tres Champions consecutivas se le comienza a mirar con lupa desde las altas esferas de la casa blanca. La visita al Ali Sami Yen se presenta como un examen tempranero e inesperado, pero la derrota con mala imagen en el Parque de los Príncipes (3-0) y la fragilidad defensiva frente al Brujas en el Santiago Bernabéu (2-2), convierten los partidos en obligaciones.
Cada derrota provoca un terremoto en el Real Madrid. Si además es con la imagen dejada ante un recién ascendido como el Mallorca, con una segunda unidad que no está a la altura y con Zidane reservando jugadores pese a siete bajas de habituales titulares, todo se agrava. Sobre su figura arrecia la crítica. Cuestionadas sus decisiones, sus habilidades tácticas, el estado de forma de algunos futbolistas. Estambul es el lugar donde silenciar todo y recuperar crédito tras tiempos de inestabilidad.
Desde el 13 de febrero no gana el Real Madrid en Liga de Campeones. El rey de la competición cedió su corona a las primeras de cambio de la última edición. Aquel triunfo en Holanda fue el último antes de recibir un correctivo del Ajax en el Bernabéu y no vencer en la presente edición. Para la batalla de Estambul recupera Zidane a Toni Kroos tras su percance muscular y a Eden Hazard después de su paternidad. Siguen de baja Modric, Bale, Lucas Vázquez, Marco Asensio y Nacho.
Los focos de la responsabilidad apuntan a Hazard. Llega uno de esos días en los que debe ejercer de líder. En el once habrá novedades. El regreso en defensa de Dani Carvajal y Raphael Varane tras descanso en Mallorca. El de Fede Valverde al once en un centro del campo más consistente junto a Kroos. Y en ataque una duda por despejar entre Vinicius o James Rodríguez.
En el Galatasaray, campeón actual de la liga turca, aún no sabe si contará con su estrella, el delantero colombiano Radamel Falcao. - Efe