RPK ARASKI: Asurmendi (9), Pérez (5), Quevedo (20), Pardo (0), Seda (4) -cinco inicial- Molinuevo (3), Van den Adel (3), Bedia (2), Carrera (5), Pereda (0), Agirre (9).

GDKO IBAIZABAL: Ferris (15), Arrien (0), Sáez (5), Koskimies (9), Miscenko (6) -cinco inicial- Iruskieta (0), Aizpurua (2), Ndeye (5), Arroyo (3), Villegas (7).

Parciales: 15-14, 31-25 (descanso), 47-45 y 60-52.

Árbitro: Sacristán, Quintas y Caamaño. Eliminaron a Ferris.

durango - El Araski defenderá mañana su título de campeón de la Euskal Kopa en su tercera final consecutiva tras superar al GDKO Ibaizabal en la primera semifinal. El equipo galdakoztarra vendió muy cara su derrota y, de hecho, a 6.26 del final dominaba por tres puntos (49-52), pero las jugadoras de Josema Alcántara no sumaron más puntos en su marcador y las gasteiztarras lograron con robos de balón y rebotes de ataque (catorce en total) disimular sus problemas para anotar en ataque posicional y firmaron un parcial de 11-0, con triples de María Asurmendi y Natalie Van den Adel decisivos. El Ibaizabal jugó un partido valiente, sin rehuir un ritmo alto y por momentos muy destacable en la faceta defensiva, con doce robos de balón. En esta faceta, destacó Alicia Villegas, muy lista en las líneas de pase. Peyton Ferris fue su soporte anotador, aunque la corajuda estadounidense se metió en todos los líos y acabó eliminada por una dudosa falta de ataque a cinco minutos del final, lo que su equipo acusó cuando necesitaba producir puntos. El Araski, agarrado a su defensa, había amenazado con escaparse antes del descanso, pero las vizcainas hicieron un parcial de 5-16 al inicio del tercer cuarto para recobrar la ilusión. Dos triples seguidos de Arrate Agirre metieron de nuevo a las vigentes campeonas en el partido. En realidad, el conjunto gasteiztarra solo fue claramente mejor en los finales de cada parte cuando su superioridad física se hizo notar por el paso de los minutos. La internacional Laura Quevedo mantuvo al conjunto alavés en ataque hasta que aparecieron las jugadoras con más experiencia para dar la puntilla a un Ibaizabal que rozó la final de la Euskal Kopa, pero que tuvo que acabar contento por el esfuerzo desplegado para tratar de romper los pronósticos. - R. Calvo