Madrid - La Vuelta 2019 confirmó el poderío que venía apuntando en los últimos años el ciclismo esloveno, con la victoria de Primoz Roglic y la explosión del joven Tadej Pogacar, y que España es ya prácticamente solo el eterno Alejandro Valverde.

Roglic ratificó lo que todo el mundo esperaba, pero que se empezaba a cuestionar por sus discretos cuarto y tercer puestos en el Tour 2018 y el Giro 2019: que puede ganar una gran ronda por etapas. Ganó esta Vuelta de manera indiscutible. Estuvo siempre con los mejores y dio el hachazo definitivo en la crono de Pau, la única de la carrera. Al de Zagorje ob Savi no se le vieron flaquezas ni mostró fisuras. Si acaso su equipo, al que un despiste en Aranda de Duero pudo costarle la carrera. Pero Roglic dejó claro que su cambio del esquí por el ciclismo en 2011 no fue un brindis al sol. Que tiene poderío para los grandes desafíos sobre las dos ruedas. Sobre todo si cuenta con cronos que le ayuden. Su gran especialidad, junto a las cuestas verticales. Aunque algo debe mejorar: su comportamiento tras la carrera. Su desinterés por las comparecencias públicas y sus lacónicas respuestas sin contenido no es lo aconsejable en un deporte necesitado de buena imagen y sonrisas francas.

Como la del juvenil Pogacar, una delicia para las cámaras aún sin demasiado discurso. Aunque ni lo necesita aún ni le toca con sus 20 años y arrollador comportamiento en carrera. Con sus tres triunfos en etapas de la relevancia de las de Andorra, Los Machucos y Gredos, el de Komenda se coloca junto al colombiano Egan Bernal y el belga Remco Evenepoel como el trío de las grandes estrellas jóvenes que amenazan con dominarlo todo. Y confirma que Eslovenia, hasta ahora más conocida por el baloncesto, puede ser también una potencia ciclista.

El eterno Valverde Referencia en el ciclismo siempre ha sido España. Que mantiene a Valverde, pero poco más. El Bala mantuvo el punch a pesar de sus 39 años para acabar segundo y sumar su noveno podio en una grande. Pero tras él casi nada. Y más faltando Mikel Landa y Enric Mas, en quienes están puestas las esperanzas a corto plazo.

Un vistazo a la clasificación general confirma el erial. Marc Soler, octavo y trabajando para Valverde y Nairo Quintana, quedó pronto descartado; también fue top 10 otro eterno, Mikel Nieve (35 años), pero el navarro es más el trabajador ejemplar en favor de un líder que alguien al que se le pueda exigir pelear con los mejores. Como tampoco a Ion Izagirre, decimosexto, que perdió sus opciones y buena parte de sus muchas ilusiones en la segunda etapa ya trabajando para Supermán López. Se esperaba algo más de Oscar Rodríguez tras su bello triunfo en La Camperona en 2018. Pero no dio el paso adelante esperado.

El brillo de los modestos Así las cosas, y Valverde aparte, el ciclismo español lo defendieron los modestos. Jesús Herrada ganando en Ares de Maestrat para Cofidis: Mikel Iturria rematando en Urdax para Euskadi-Murias; y Alex Aranburu con dos segundos puestos y Jon Aberasturi metiéndose en los esprint dando presencia al Caja Rural. Aunque sobre todo Ángel Madrazo, el corredor con más kilómetros escapado en la Vuelta 2019, ganando en Javalambre en un increíble doblete con Jetse Bol que dio al Burgos-BH el triunfo de su vida. Pero donde impactó Madrazo, al final sin el Premio de la Montaña que persiguió durante la carrera, fue ante los medios, donde con su humildad, su franqueza y su sencillez se ganó a todo el mundo.

Al revés que Miguel Ángel López, la imagen junto a Nairo Quintana de la tristeza colombiana. Supermán dejó unas declaraciones incendiarias contra el Movistar y Valverde, y menos fuerza en las subidas que la que se le presumía a uno de los principales candidatos a la Roja en Madrid. Al final, ni triunfo ni podio ni el protagonismo anunciado. Como Quintana, al que no se le vio en los grandes momentos pero sí intentó movimientos tácticos camino de Calpe y Guadalajara. Con el primero anunció sus intenciones y con el segundo casi da un golpe mortal a la carrera. Pero esta no era la Vuelta de Colombia. Era la Vuelta que confirmaba a Eslovenia, a Roglic y a Pogacar, y la que avisa a España de que ya es solo Valverde. Que tiene 39 gloriosos años, pero no relevo.