Bilbao - Cuando a Rhiannan Iffland (New Castle, 1991) le preguntan sobre el comienzo de su carrera dentro del circuito de Red Bull Cliff Diving, ella bromea: “Simplemente me lanzaron al fondo”. Pero lo cierto es que desde que la australiana entró en las Series Mundiales, no ha habido más campeona que ella. Acertó al dejar atrás su trabajo como animadora acrobática de trampolín y buceo en cruceros. Iffland es la principal favorita para llevarse la victoria mañana y convertirse en la primera ganadora en Bilbao. Ayer por la tarde se le pudo ver en los primeros entrenamientos desde la plataforma instalada en lo alto del puente de La Salve. Y el público comenzó a vibrar con sus acrobacias y las de sus compañeras. También con los participantes en la categoría masculina. 27 metros de altura y tres segundos de caída libre a 85 kilómetros por hora.
El circuito de Red Bull Cliff Diving ha tomado la capital vizcaína por cuarta vez en su historia, pero es la primera ocasión en la que la competición de saltos acude con sus representantes femeninas. Las mejores clavadistas del mundo debutan en la capital vizcaina e intentarán impresionar con su arte y técnica a las miles de personas que se arremolinarán a ambos márgenes de la ría. Aunque la campeona ya esté decidida, el resto de participantes se preparan para una traca final, puesto que tanto la lucha por el podio como la pugna por clasificarse de cara a la temporada que viene sigue al rojo vivo. Así pues, la británica Jessica Macaulay intentará defender su segundo puesto frente a la bielorrusa Yana Nestsiarava y a la canadiense Lysanne Richard, quienes ostentan el tercer y cuarto lugar, respectivamente. Porque a las tres les separan tan solo 40 puntos en la clasificación general. El play-off arranca esta tarde, a partir de las 16.30 horas. Y Rhiannan Iffland volverá a ser la rival a batir. La australiana ha llegado al botxo pletórica de moral y dispuesta a rematar una temporada perfecta, después de dejar a la élite de los clavados atónita tras conseguir cuatro dieces en su último salto desde el mítico puente de Mostar, la anterior parada del circuito.