VALENCIA. "Estoy seguro, absolutamente, sin ninguna duda, que el detonante de esta situación fue la Copa. Durante la temporada recibimos mensajes directos e indirectos de que teníamos que rechazarla", indicó.
"La afición quería luchar por ella y los futbolistas también y tenían la convicción de ganarla. El cuerpo técnico queríamos luchar y ganar la Copa. Ganar la Copa fue el detonante de esta situación, quién me lo iba a decir", añadió.
El asturiano desveló que en Sevilla, tras conquistar el título copero, Lim no les felicitó. "Cuando el 19 de julio fui a Singapur me felicitó por la Champions y no por la Copa, podréis comprender mi sorpresa. Es obvio que los resultados no han estado detrás de mi destitución", apuntó.
García Toral dijo que las razones que le dieron para dejar de lado la Copa fueron "que era una competición menor que podía poner en riesgo objetivos como la Champions". "Pero realmente creemos que la sensación vivida en la Copa tras el partido de Getafe fue determinante en el logro de la Champions".
El entrenador asturiano desveló que ya en la temporada 2017-18 se le planteó un planteamiento similar con la Copa. "Me considero un entrenador ganador, quiero tener, y los he tenido, futbolistas ganadores. ¿El Valencia creéis que puede salir a una competición y no competirla? ¿Sería yo un buen profesional? ¿Como aceptarían mis jugadores que les dijera 'esto no lo competimos?", se preguntó.
Pese a ser consciente de esa situación, el entrenador dijo que cuando le comunicaron el despido "lo primero" que sintió fue "incredulidad".
"No daba crédito, no me lo podía creer. Después de los objetivos logrados no entra dentro de la lógica que este cuerpo técnico, que siempre ha respetado los códigos pactados en mayo de 2017, de repente deje de poder entrenar. Incredulidad e impotencia", definió.