Después del parón veraniego, en el cual lo cierto es que me he relajado más de lo que debiera, también es verdad que tras la primera parte del año llevaba mucho cansancio acumulado, volvemos a las carreras y con ello a las previas y crónicas de las mismas. Para el regreso he elegido una prueba coqueta en un marco incomparable como es la Rioja Alavesa, donde tomaremos parte y viviremos desde dentro la VIII edición de la Carrera Popular Villa de Laguardia, que se celebra desde su primera edición un sábado por la tarde de mediados de septiembre en este caso el 14 de dicho mes, sobre una distancia de 12 kilómetros y con 150 metros de desnivel positivo. Hasta el día anterior los interesados en tomar parte se podrán inscribir en el siguiente enlace https://www.avaibooksports.com/inscripcion/viii-carrera-popular-villa-de-laguardia-b-los-zaborricos/index/&lang=es e incluso el mismo día de la carrera hasta las 6 de la tarde, en la plaza mayor de la Villa.
Lo peculiar de esta cita es que podremos acceder y pasar cerca de bodegas emblemáticas como Solar Viejo o Javier Sampedro, novedad este año, a las cuales accederemos, o Ysios y Pujanza que dejaremos a un lado de nuestro recorrido. Además, esta carrera cuenta con el añadido de rodear el precioso paraje que es la laguna artificial, El Prao de la Paul, paraíso medioambiental, que bien merece una visita aparte.
Pues bien, a eso de las 18.30 horas de la tarde comenzará la carrera pasando en su primer kilómetro por el mismo medio del pueblo, entrando en el mismo por el arco de la iglesia de San Juan para salir por la puerta de Santa Engracia. Justo aquí entraremos en el precioso paseo que rodea la mitad de Laguardia, El Collao, para atravesarlo entero y después de una bajada y una dura subida pasar a la altura del kilómetro 2 de nuevo, pero en sentido contrario por la línea de salida.
A continuación, y tras una bajada fuerte accederemos a la primera de las dos bodegas, la de Solar Viejo, justo al lado de otra conocida bodega como es Primicia. De ahí hasta el kilómetro 4 iremos por carretera en cómodo descenso dejando al lado Vallobera y Ayesa, para justo en el 4 y medio, enfrente de la bodega Ysios, entrar en la segunda bodega, la de Javier Sampedro. Al salir, casi a la altura de la bodega Ruiz de Viñaspre, nos podremos refrescar con el primer avituallamiento y disfrutar del correr rodeado de vides y uvas a punto de ser recogidas con la majestuosa Sierra de Cantabria y la imponente Rasa de la Cruz como punto más alto.
Tras pasar por Bodegas Pujanza y tener el segundo avituallamiento dejaremos el asfalto de lado para correr por una pista rodeando el Prao de la Paul, biotopo protegido y toda una maravilla de trayecto, bien para andar, sumergirnos en su flora y fauna, con varios puntos dispuestos especialmente para ello o bien para correr que es lo que hoy nos ocupa. Casi al terminar este bucle dejaremos por un momento este camino para, al lado de bodegas Campillo, tener la oportunidad de atravesar una viña justo por su mitad, volviendo al camino para terminar la vuelta al Prao y prepararnos para afrontar la parte más dura de la prueba con dos subidas que pesarán en las piernas seguro.
A la altura del campo de fútbol empieza la primera de ellas, son tan solo 300 metros, pero con unos 30 metros de desnivel positivo, es decir, un 10% de pendiente, la cual va aumentando poco a poco hasta ser casi una pared. Esto unido a los 10 kilómetros y medio que llevamos acumulados, harán sufrir nuestro cuerpo, también por el cambio de ritmo, más lento. Una vez superada esta rampa y tras pasar por el último avituallamiento nos tendremos que enfrentar a la última cuesta, la de la entrada en el pueblo. Son otros 300 metros al 10% de pendiente, pero esta vez sostenidos y regulares en comparación con la anterior, a pesar de lo cual y por tratarse del final de la prueba, habrá que tomárselos con calma para no pagarlo a mitad de la subida. Por fin, arriba, ya solo nos quedará una suave bajada para terminar en la línea de meta con alrededor de 12 kilómetros recorridos desde el inicio.
En la línea de llegada recuperaremos fuerzas con un abundante avituallamiento tanto sólido como líquido, así como por medio de nuestro número de dorsal, ver si hemos sido agraciados con los numerosos premios que se sortean entre todos los participantes de la carrera. Entre ellos numerosas botellas de vino, como no podía ser de otra manera teniendo en cuenta dónde nos encontramos.
Al igual que otros años alrededor de esta prueba tienen lugar otros eventos, como son las carreras de niños, las cuales se celebran sobre las seis de la tarde justo antes de las pruebas de los mayores. Otro serán los conciertos post carrera, que animarán al pueblo y a visitantes durante la tarde-noche del sábado. Pero, sin lugar a duda, el más importante de todos es el reconocimiento de una figura del deporte o atletismo, que este año ha recaído en el atleta basauritarra Javier Conde, nueve veces medallista paralímpico, así como campeón del mundo y de Europa en numerosas ocasiones y distancias. Otros años se ha reconocido a gente tan importante como Martín Fiz, Iván Fernández Anaya o Maite Zúñiga, entre otros. Por ultimo resaltar que todo lo recaudado en las carreras infantiles, la inscripción es la voluntad, irá destinado al club de atletismo adaptado Saiatu Javi Conde.
Ya se ve que hay multitud de razones para acercarse el sábado a Laguardia, a una carrera y una localidad volcadas con el corredor. Yo no me lo voy a perder, animaos a correr conmigo, nos vemos en Laguardia.
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