ESPAÑA (18+12+20+17): Ricky Rubio (15), Rudy Fernández (5), Víctor Claver (7), Juancho Hernangómez (16) y Marc Gasol (2) -cinco inicial-, Pau Ribas (5), Willy Hernangómez (4), Pierre Oriola (2) y Sergio Llull (11).
ITALIA (18+13+17+12): Hacket (5), Belinelli (7), Biligha (6), Datome (12) y Gallinari (15) -quinteto titular-, Brooks (1), Gentile (7), Tessitori (1), Vitali (-) y Della Valle (6).
Árbitros Steven Anderson (USA), Guilherme Locatelli (BRA) y Omar Bermudez (MEX). Eliminaron por faltas a Datome.
Estadio Sports Center de Wuhan ante unos cinco mil espectadores.
wuhan - España sacó ayer su billete para los cuartos de final del Mundial ante Italia como se preveía, con altas dosis de sufrimiento y gracias al carácter y la defensa que le flaqueó en la primera fase y que ayer sí sacó a relucir, por lo que luchará mañana a partir de las 14.30 horas con la todopoderosa Serbia por la primera plaza del grupo (67-60).
De nuevo volvió a salir España atascada. Encadenó tres pérdidas consecutivas, falló sus primeros lanzamientos, recibió algún tapón, volvió a no tocar aro en algún triple y eso hizo que las sensaciones no fuesen las más adecuadas.
Aunque sus compañeros buscaban a Marc Gasol permanentemente, no eran capaces de conectar con él en la pintura. A partir de ahí todo cambió bajo la batuta de Sergio Llull. El balear dirigió con criterio, anotó siete puntos para iniciar la rebelión y contagió su fe a sus compañeros.
En el segundo cuarto el guion se pareció más al previsto inicialmente por lo mucho que había en juego. El intercambio de golpes se tradujo en ataques intensos y marcadores igualados durante esos diez minutos, aunque con España peleando por cada rebote.
Fue Rudy Fernández el encargado de dar, catorce minutos después, la primera ventaja a los suyos con un lejano triple, al que siguió otro de Pau Ribas desde la misma posición.
Siete puntos consecutivos de Juancho prolongaron el buen momento de España tras la vuelta al parqué y supo mantenerse por delante ante los italianos.
Nada se movió en los primeros ataques del cuarto definitivo. Con el partido en un puño, los aros se cegaron. España se pasó casi siete minutos sin sumar canastas en juego y con cuatro tiros libres como único botín, lo que encendió las alarmas en su banquillo, que paró el partido con un incierto 52-53 en contra.
Un mate de Víctor Claver acabó con la agonía y Ricky empató a 56 poco después. España no se descompuso y supo jugar sus bazas hasta que, en su única canasta del partido, Marc Gasol selló el triunfo de España. - Efe