NUEVA YORK - Rafa Nadal se clasificó para semifinales del US Open, ronda en la que se enfrentará esta próxima madrugada con el italiano Matteo Berrettini (1.00 horas, DAZN y Eurosport 1), al superar un extraño partido frente al argentino Diego Schwartzman (6-4, 7-5 y 6-2) marcado por las rachas de ambos jugadores y por los calambres que sufrió en los brazos el número dos mundial, haciendo temer por una posible retirada.
Nadal nunca había perdido en cuartos de final en Flushing Meadows y cumplió con su tradición para alcanzar por octava vez las semifinales del grande estadounidense, donde topará con el inesperado Berrettini, número 25 del ranking mundial que batió en cinco sets a Gael Monfils.
El balear logró el pase tras un carrusel de emociones ante Diego Schwartzman, un jugador que fue capaz de encadenar dos rachas de cuatro juegos consecutivos y que, sin embargo, no pudo ganar ni un set. Por octava vez en otros tantos duelos directos, el menudo jugador bonaerense (1,70 metros de altura) doblaba la rodilla.
Los dos primeros sets se desarrollaron con guiones parecidos. En ambos empezó Rafa Nadal arrollando, 4-0 en el primero y 5-1 en el segundo, y en ambos acabó peleando al límite para confirmar su ventaja, dentro de un duelo loco donde se vieron un total de 11 roturas de servicio y que el vencedor finalizó con más errores no forzados (39) que golpes ganadores (35).
La elevada humedad en el estadio Arthur Ashe pasó más factura al manacorense, que también reclamó atención médica por leves calambres en ambos brazos, aunque sus problemas físicos no fueron a más y pudo mantenerse a flote. En el tercer set, Schwartzman aguantó hasta el 2-2, pero desde entonces encajó una nueva racha de cuatro juegos seguidos y se despidió del torneo llevándose la ovación del público estadounidense.
En la noche del viernes al sábado, Nadal buscará su quinta final en el US Open ante Berrettini en un duelo inédito en el circuito. El ganador se medirá en el último partido del campeonato con el ruso Daniil Medvedev, quinto cabeza de serie, o con el búlgaro Grigor Dimitrov, verdugo de Roger Federer, los protagonistas de la otra semifinal.
“nada importante” Nadal reconoció al término de su partido de cuartos de final que pasó “momentos críticos” debido a los calambres y la deshidratación, pero aclaró que no fue “nada importante” y que espera estar a punto para afrontar las semifinales. “Ha sido un día duro con tanta humedad. Al final del segundo set y principios del tercero pase críticos momentos a nivel físico, pero me encuentro bien. No es nada importante”, explicó el balear nada más sellar una trabajada victoria en cuartos de final.
“Estoy súper feliz por la forma en que acepté la situación”, añadió el manacorense, que tuvo que pedir asistencia para recibir masajes en los brazos. “Acepté el desafío y seguí adelante, punto a punto. Aquí estoy, en semifinales, y eso es muy importante para mí. Significa todo”, celebró Nadal. - Europa Press