nueva york - El deporte de élite no perdona a nadie, ni siquiera a los mejores, y ayer el US Open vio despedirse en la cuarta ronda a Novak Djokovic y Naomi Osaka, campeones hace un año y números 1 del mundo, que entregaron su corona con la coincidencia de que los dos acusaron problemas físicos. Quiso también el azar que dos suizos, Stan Wawrinka y Belinda Bencic, que también han atravesado periodos lesiones y buscan el camino de vuelta al Top 10, provocaran que en el Grand Slam neoyorkino vaya a haber este fin de semana dos nuevos ganadores. Tampoco es extraño porque desde 2008 nadie repite triunfo entre los hombres y desde 2014 entre las mujeres.

Wawrinka, campeón del US Open en 2016, era la primera gran prueba que tenía Djokovic para comprobar si sus problemas en el hombro estaban resueltos. El de Lausana jugó como en sus mejores días y cuando ganaba por 6-4, 7-5 y 2-1 su rival decidió dejar el partido, algo que hizo por sexta ocasión en su carrera en un Grand Slam y que recibió los silbidos del público. Todo el mérito fue para el veterano helvético, que reconoció que se sintió “muy bien en la pista”. “Creo que jugué un tenis muy completo y me siento feliz de estar de nuevo de regreso a mis mejores sensaciones”, aseguró Wawrinka, que se medirá en cuartos de final a Daniil Medvedev. El ruso también anda a la gresca con los aficionados y tuvo que emplearse a fondo para vencer en cuatro sets (3-6, 6-3, 6-2 y 7-6) a la revelación alemana Dominik Koepfer, que había llegado desde la previa.

Djokovic, por su parte, no quiso extenderse en la rueda de prensa sobre sus problemas en el hombro, aunque descartó que vayan a suponer un final prematuro de la temporada. Nadal o Federer le recortarán distancia en el ranking de la ATP tras el US Open y el serbio defiende muchos puntos en octubre y noviembre en su deseo de acabar como número 1 por sexto año en su carrera. “Mi temporada de Grand Slam ya ha terminado y asumo las consecuencias. He ganado en Australia y Wimbledon y llegué a semifinales en París. No puedo quejarme y, además, aún queda mucho por jugar”, recordó.

Por la parte baja del cuadro masculino, el primer cuartofinalista es Matteo Berrettini, que derrotó al ruso Andrei Rublev por 6-1, 6-4 y 7-6 con una demostración de poderío que confirmó la progresión que lleva este año. El tenista de Roma es el primer italiano que alcanza esta instancia en el US Open en 42 años.

cambio en la wta Naomi Osaka tampoco seguirá defendiendo su título y en su caso, además, supone que perderá su puesto al frente de la WTA en beneficio de la australiana Ashleigh Barty. La eliminación de la japonesa deja a Serena Williams como única campeona del US Open en cuartos de final y al torneo sin las cuatro primeras cabezas de serie. Las otras siete jugadoras que han llegado hasta este punto se estrenarían como ganadoras de Grand Slam si levantan el trofeo.

Belinda Bencic también puso mucho de su parte para ganar por 7-5 y 6-4 y colocarse cinco años después en cuartos de final del US Open. La suiza solo tiene 22 años y aún está a tiempo de relanzar su carrera donde apuntaba entonces. Osaka, por su parte, mostró dificultades en los desplazamientos. “Me duele mucho la rodilla desde Cincinnati”, comentó la nipona, aunque tampoco se excusó en esos dolores ya que “he podido ganar tres partidos aquí y Belinda ha ejecutado perfectamente su plan de juego y me generó muchos problemas”.

La jugadora de Saint Gallen se medirá en cuartos a Donna Vekic, otra joven de pronta llegada a la élite y maduración tardía. Julia Goerges, que se apuntó 23 saques directos, llegó a tener el servicio para ganar el partido, pero se encogió en los momentos decisivos y la croata lo aprovechó para imponerse por 6-7, 7-5 y 6-3 y llegar por primera vez en cuartos de final en un Grand Slam.