guangzhou - La selección española afronta el Mundial como una nueva oportunidad de alargar su largo historial de éxitos, para lo cual busca nuevos líderes ante las ausencias de Pau Gasol y Juan Carlos Navarro, una renovación que vivirá un despegue suave en China, ya que en primera fase se medirá con tres selecciones asequibles como Puerto Rico, Irán y Túnez.
Desde que se proclamó campeona mundial en Japón 2006, España suma un total de 10 medallas entre Juegos Olímpicos y Europeos, pero los Mundiales se le han atragantado. En 2010 cayó ante Serbia en cuartos de final y la decepción fue aún mayor en 2014, cuando Francia fue su verdugo en esa misma ronda y con toda la afición a favor en Madrid.
Tras un verano sin torneo por el ajuste del nuevo calendario internacional, Sergio Scariolo ha confeccionado un equipo condicionado por las ausencias del ya retirado Navarro, del lesionado Pau Gasol y de otros jugadores importantes que renunciaron voluntariamente, caso de Sergio Rodríguez, Nikola Mirotic y Serge Ibaka.
Ante este panorama, el seleccionador acogió con mucho alivio la disponibilidad de Marc Gasol, con el que ha estrechado aún más su relación después de que hayan ganado juntos el anillo de la NBA con Toronto Raptors. Scariolo no ha dudado en definir al pívot catalán como el “eje ofensivo y defensivo” de su equipo.
Además, durante la gira de preparación también ha dado un paso adelante Ricky Rubio, que a punto de cumplir los 29 años hace mucho que dejó de ser el pequeño de la selección y está exhibiendo un sobresaliente punto de madurez. También han dejado buenas sensaciones los hermanos Hernangómez, especialmente Willy con su facilidad para anotar.
España también necesita la veteranía de su nuevo capitán, Rudy Fernández, y convertir en puntos la efervescencia de Sergio Llull para soñar con su primera semifinal mundialista desde hace 14 años, un resultado que ya tendría sabor a objetivo cumplido. Italia y Serbia se dibujan como temibles rivales en la segunda fase, pero antes está obligada a no fallar en un Grupo C muy asequible.
puerto rico, el mayor escollo El principal adversario para España parece la selección de Puerto Rico, clasificada para el Mundial como campeona del Centrobasket en 2016 y que actualmente ocupa el puesto 16º en el ranking mundial.
Ausente de los Juegos Olímpicos desde Atenas 2004, cuando llegó hasta cuartos y batió a Estados Unidos, la selección puertorriqueña no ha podido reclutar a su máxima estrella, el base de Dallas Mavericks José Juan Barea, pero sí tiene en sus filas a Gian Clavell, que la pasada temporada jugó con Movistar Estudiantes.
Por su parte, Irán vuelve a encontrarse con España, igual que ocurrió en la fase de grupos de 2014, cuando la anfitriona ganó con mucha autoridad (90-60). Su referente sigue siendo el veterano gigante Hammed Haddadi (2,18 metros), que jugó cinco año en la NBA, y llega como subcampeón de Asia.
Además, Túnez vuelve a un Mundial nueve años después de su primera participación y lo hace con un equipo experimentado, ya que seis de sus jugadores compitieron en Turquía 2010. El pívot Salah Mejri, exjugador del Real Madrid y actualmente en Dallas Mavericks, es la principal referencia del vigente campeón de África, un honor que tampoco le concede muchas oportunidades en este Mundial. - E.P.