Vitoria - Nerea Hermosa y la selección española sub’19 femenina de baloncesto vivieron ayer un día grande en Bangkok al imponerse a Bélgica (58-52) en el partido por el tercer puesto del torneo y hacerse así con la medalla de bronce después de haber perdido un solo encuentro, el de las semifinales del sábado ante Australia, a lo largo de todo un campeonato que, finalmente, viajó a Estados Unidos, que en la final sufrió lo indecible para imponerse a las oceánicas (70-74) y recuperar el título juvenil que habían perdido por primera vez en su historia hace dos años ante Rusia. La pívot vitoriana ha sido una pieza muy importante en la segunda unidad del combinado español y, una vez más, su contribución al triunfo ante las belgas fue muy destacada, con cuatro puntos y seis rebotes en los apenas once minutos que estuvo sobre el parqué. Al igual que en todo el torneo -cerró su participación en los siete partidos con medias de 5,4 puntos, 4 rebotes y 1,4 asistencias, para una valoración media de 7,7 puntos en quince minutos por encuentro-, la vitoriana se mostró sobria, sin apenas errores y dio un rendimiento enorme en su estancia sobre la cancha.
Con la ajustada victoria ayer contra Bélgica, la gran sorpresa del torneo, España consiguió regresar al podio del Campeonato del Mundo sub’19 tras ocho años de ausencia entre las mejores, cuando encadenó un ciclo de dos medallas de plata consecutivas (en 2009 en Bangkok y en 2011 en la ciudad chilena de Puerto Varas). Eso sí, Nerea Hermosa y sus compañeras hubieron de sufrir lo indecible para superar a las centroeuopeas.
El equipo español tuvo un mal inicio de partido, que recordó los defectos que impidieron que llegase a la final: falta de acierto en el tiro y excesivas pérdidas de la pelota. Eso supuso que las belgas comenzaran con un parcial de 0-9. Un tiempo muerto pedido por Fabián Téllez permitió resetear al equipo español que devolvió el parcial para igualar (9-9). Una igualdad que ya se mantuvo, no sólo al final del primer cuarto (15-14), sino en el segundo, a pesar de estirón final de las belgas (21-25), en parte debido a la ineficacia española desde la línea de tres (1/13 en los primeros veinte minutos). El descanso sentó mejor al equipo español, que puso un punto más en su intensidad defensiva, lo que permitió empezar a liderar el marcador hasta los 38-35 del final del tercer cuarto, después de un parcial de 17-10. Un triple de Aixa Wone (43-37) al inicio del periodo, se convirtió en el comienzo del pequeño despegue de España, que jugó en esos momentos decisivo su mejor baloncesto. Las de Téllez entraron en los dos últimos minutos del partido con nueve de ventaja (58-49), y aunque los nervios y la presión belga impidió relajarse hasta el final, España se colgó una medalla muy trabajada y que tiene mucho mérito en esta gran generación. - DNA / Efe