Etapa tormentosa en todos los aspectos. Si el primer día de los Alpes el Ineos lanzó un aviso, en el segundo capítulo confirmó su jerarquía. Al fin tomó las riendas de la carrera. Castroviejo realizó un trabajo sensacional. Después, Van Baarle aceleró en el Iseran y Poels le tomó el relevo. Tras poner el ritmo de la etapa y endurecer la subida, pasaron al ataque con Thomas, en un primer momento, y se despegaron a por el Tour con el brutal latigazo de Egan Bernal. El colombiano está demostrando que es el corredor más fuerte de la carrera. La altitud de los Alpes fue un factor muy favorable para el colombiano con respecto a otros corredores, que sufren más. Lo de Bernal en el Iseran fue una auténtica exhibición. Metió más de dos minutos a Alaphilippe y casi un minuto a Thomas, Kruijswijk... Fueron unas diferencias muy importantes que clarifican la general. El colombiano es el nuevo líder. La organización tomó la decisión correcta de parar la carrera para salvaguardar la seguridad de los ciclistas, aunque fue una pena porque la etapa estaba siendo maravillosa.
