Vitoria - Después de unos días de exploración, y su consiguiente descanso, los hermanos Pou junto al montañero murciano Manu Ponce han vuelto a la carga, esta vez en Perú, y han conseguido escalar por primera vez la cara norte del Cerro Tornillo, una montaña majestuosa de 4.900 metros. La montaña enclavada en la cara sureste de la Cordillera Blanca es una zona virgen, a explorar por montañeros atrevidos como son los hermanos gasteiztarras. Los vascos continúan en su afán por descubrir nuevas rutas alrededor del mundo para que todo los montañeros o personas cercanas al alpinismo, así como futuras generaciones de escaladores puedan disfrutar de ellas. La última ha sido de nivel 6B con una ascensión de 700 metros y como no podía ser de otra manera los hermanos Pou decidieron bautizarla como Burrito Chin de los Andes en honor a su cámara Alexander Estrada que les acompaña en todas sus locuras.
La travesía hacia la ruta comenzó con un trayecto en todoterreno de hora y media. Tras esto hicieron un recorrido de tres horas ayudados por una mulas para cargar todo el material de escalada, agua y víveres, que les permitirían estar hasta cinco días en el campo base a una altura de 4.500 metros. El lugar lo habían estudiado previamente durante las jornadas de exploración.
Al día siguiente de la llegada al campo, iniciaron la marcha de aproximación hasta la base de la montaña. Lo hicieron hasta el mismo pie de una pared enorme de la que no tenían ninguna información reseñable, ya que desconocían tanto su dimensión en metros, como la altura del pico, así como las dificultades que tendrían que afrontar. Serían las primeras personas en escalarlo pero los hermanos Pou y Manu Ponce no tenían ningún miedo por ello.
Decidieron acometer la escalada en el mejor de los estilos, en alpino y non stop -sin parar-, o lo que es lo mismo, con el material justo para intentar hacer la apertura de la vía en una sola jornada, prescindiendo de sacos de dormir, material de vivac, o comida para más de unas horas. Corrieron el riesgo de en caso de no acertar al realizar la apertura en un solo día, les llevaría a tener que bajarse de mala manera sin equipo en mitad de la pared. Pese a ello, iniciaron la ascensión con bastante velocidad, más de lo esperado, aunque fueron encontrando alguna que otra dificultad por el camino. A pesar de los problemas generados por la altura -la falta de oxígeno dificulta mucho los movimientos explosivos de la escalada-, el equipo de los Pou dominó la situación. Finalmente, fueron seis horas consecutivas de escalada sin paradas, en la que los vascos se fueron alternando en cabeza de cordada con el murciano. Así, lograron hacer cumbre en el Cerro Tornillo, y tras 700 metros de escalada, consiguieron escalar por primera vez la cara norte de la montaña.
La bajada, en cambio, les resultó más delicada. La hicieron por la cara este y tuvieron que sortear numerosos destrepes expuestos que les obligó a estar alerta en todo momento hasta que lograron alcanzar de nuevo el suelo. Los hermanos Pou y Manu Ponce llegaron al campo base muy cansados después de 11 horas desde que iniciaron la ascensión de la ruta. Una vez en el campo base y tras catalogar la ruta como categoría 6b llegó el momento de bautizar el trayecto. Para esta ocasión, decidieron tener un detalle con su cámara y bautizarla como Burrito Chin de los Andes. - DNA