vitoria - Shane Larkin dejó el pasado viernes la enésima actuación para el recuerdo en el séptimo y definitivo partido de la final de la liga turca que ha enfrentado a dos colosos de la canasta como el Anadolu Efes y el Fenerbahce. El todopoderoso conjunto cervecero se llevó el gato el agua y terminó proclamándose finalmente campeón (89-74), en parte gracias a la demoledora exhibición del eléctrico base que militó en el Baskonia durante la temporada 2016-17.
La pizarra de Zeljko Obradovic no logró descifrar en ningún momento de la contienda a un killer en estado de gracia que se fue prácticamente sin pestañear hasta los 38 puntos y tuvo una influencia devastadora para que el Efes conquistara su decimocuarto título liguero. Ni siquiera un mago de los banquillos como el nueve veces campeón de la Euroliga, que este ejercicio tan solo podrá consolarse con el triunfo en la Copa turca, fue capaz de sacarse algún conejo de la chistera para reducir el álgido manantial ofensivo del cualificado pistolero en manos de Ergin Ataman.
Larkin consiguió 8 de 9 en tiros de dos, 3 de 9 en triples y un impresionante pleno de 13 de 13 desde la línea de personal tras recibir la friolera de 12 faltas por parte de sus pares. El exazulgrana, que estuvo perfectamente secundado por otra estrella rutilante como el exterior serbio Vasilije Micic (20 puntos), adornó su estadística con 3 rebotes y 4 asistencias para un total de 44 de valoración.
Tras esta demostración de poderío, está por ver lo que sucederá con el futuro a corto plazo de Larkin y si el Efes será capaz de retenerle de cara a la próxima temporada. El timonel de Ohio tiene una sustanciosa oferta para prolongar su etapa en Estambul, pero también cabe la posibilidad de un retorno a la NBA a una franquicia americana que le ofrezca un rol importante en su plantilla. Es decir, todo lo contrario de lo que sucedió la pasada campaña cuando se convirtió en una figura irrelevante en los Boston Celtics tras revalorizarse en el Baskonia, todavía propietario de sus derechos en la Liga ACB.
De esta manera, el Efes acaba la temporada como uno de los grandes triunfadores del Viejo Continente. Cabe recordar que el combinado de Ataman ya se impuso en la Supercopa de su país y se proclamó subcampeón de la Euroliga tras hincar la rodilla ante el CSKA en la final celebrada en el Buesa Arena. Mientras Larkin se disfrazó de héroe en la jornada decisiva, otro integrante con pasado en el Buesa Arena como Rodrigue Beaubois ni siquiera se vistió de corto y fue uno de los descartes de su técnico ante las fuertes restricciones en el país otomano para alinear a jugadores locales en cada partido. - O.S.M.