bilbao - “Ahora estoy un poco grogui. Creo que necesito una siesta”, saluda aún risueño Igor Antón después de recorrer las cuatro puntas de Bizkaia: el faro de Matxitxako (norte), el puerto de Orduña (sur), Lanestosa (oeste) y Ondarroa (este). 414 kilómetros, en poco más de 15 horas, a una media de 27 kilómetros por hora. Una paliza sin paliativos ni edulcorantes. “Ha sido una experiencia increíble. Maravillosa. Volvería a repetirla”, dice el galdakoztarra, agasajado por sus amigos con una comida tras el éxito de su aventura que improvisó en su mente, siempre inquieta, y que pedaleó el viernes entre la lluvia del comienzo, aún sin despuntar el alba, y el calor de la compañía que le salió al paso. “Salimos de noche, con los focos de luz y llegamos de la misma manera, con los focos de luz. Estoy cansado, pero contento”, revela el exciclista.
Antón cerró de madrugada su enorme paseo por Bizkaia, donde siempre encontró compañeros de viaje y agradables sorpresas. “Lo más bonito fue que hubo mucha gente que me acompañó en distintos tramos del recorrido. Me sentí muy querido. Hubo excompañeros, personas anónimas, niños que pedalearon al lado porque les hacia ilusión... Para mí ha sido una experiencia muy enriquecedora”, desgrana Igor Antón con el timbre de voz alegre. El galdakoztarra nunca estuvo solo en su largo periplo por tierras vizcaínas, donde tocó las esquinas del territorio. En paralelo, o tirando de él, como si fueran gregarios, le acompañaron varios ciclistas, exciclistas, así como compañeros que corrieron con él en aficionados. Pello Bilbao, Jonathan Lastra, Pedro Horrillo, Antton Luengo, Joserra Uriarte, Mikel Zarrabeitia, Koikili Lertxundi, Julen Urbano, Iñigo Urretxua, Jonathan González o Aketza Peña fueron parte del pelotón vizcaino que se movilizó alrededor de Antón, un ciclista con imán. Tanto que Carlos Mazón, un ciclista de ultrafondo, se vinculó a la cordada del galdakoztarra casi desde el comienzo de la odisea. Al amanecer.
“Al principio me extrañó que alguien apareciera. No le conocía de nada y me dijo que no pudo ir antes a la salida, al Puente Colgante. Luego estuvo todo el rato conmigo. Hizo todo el recorrido. Es un ciclista que compite en carreras non stop que alcanzan hasta los 6.800 kilómetros. Así que lo que hizo conmigo fue una aperitivo”, bromea Antón, que pasó una crisis pero se rehizo a tiempo y sonrió con ganas en Orduña, donde le esperaban ciclistas del club de Aiara, y en Lanestosa, donde unos niños le recibieron con carteles de apoyo. A Antón no le faltó arrope ni energía. “Comí y bebí bien durante todo el recorrido. Eso lo medí bien y fue la clave para poder disfrutar de todo esto”, argumenta el vizcaino, que remató de madrugada en el Puente Colgante, el lazo de las dos márgenes de la ría, la boca de riego de Bizkaia, el flujo de su historia.
Desde las entrañas del Puente Colgante partió la madrugada del jueves al viernes a recorrer su aventura Igor Antón como un Ulises sin Penélope pero con una misión que completar, posarse sobre los cuatro puntos cardinales del territorio. Se impulsó Antón con los pedales por una buena causa: promover el uso de la bicicleta y concienciar a la sociedad sobre la enfermedad de Distrofia Muscular Congénita por Déficit de Merosina. Antón, que siempre recuerda que su victoria más especial fue la conquistada en Bilbao cuando corría con el maillot del Euskaltel-Euskadi, en la Vuelta, se ganó la siesta tras recorrer Bizkaia entera en bici. “Algo tendré que dormir. Creo que me lo he ganado. Tengo que echar la siesta”.
Octava etapa
1. Yves Lampaert (Deceuninck)21:58
2. Kasper Asgreen (Deceuninck)a 5’’
3. S. Kragh Andersen (Sunweb)a 10’’
4. Tom Scully (Education First) a 13’’
5. Patrick Bevin (CCC)m.t.
General
1. Egan Bernal (Ineos)24h40:24
2. Rohan Dennis (Bahrain)a 22’’
3. Patrick Konrad (Bora)a 1:46
4. Domenico Pozzovivo (Bahrain)a 1:54
5. Jan Hirt (Astana)a 1:55