hacía mucho tiempo que no había tantos jugones libres como en el actual mercado estival. Desde luego, no será por falta de piezas apetecibles si el Baskonia no termina concretando en próximas fechas algún fichaje de campanillas para un perímetro donde Velimir Perasovic echó demasiado de menos un anotador compulsivo que brindase munición y amenaza en los tramos calientes de los encuentros.

El Kirolbet y el resto de clubes europeos tienen ahora mismo mucho y bueno donde elegir, aunque nadie obvia la enorme dificutad que entraña acceder a jugadores que perciben incluso casi tres millones de euros. Las cifras que se manejan para poder reclutar a las rutilantes estrellas libres resultan inalcanzables para una entidad como la vitoriana que debe aguardar primero a que los equipos más opulentos muevan ficha antes de pasar al ataque para reforzar convenientemente su plantilla.

La sensación generalizada a estas alturas es que este verano será testigo de trasvases sonados entre los grandes transatlánticos de la Euroliga. Por ejemplo, Cory Higgins recalará la próxima temporada en el Barcelona y Vasilije Micic ha renovado su compromiso con el Anadolu Efes, pero queda por resolver el futuro de varios jugadores que por sí solos pueden ganar cualquier partido.

En el CSKA, Nando de Colo ya ha anunciado su adiós y en breve también se conocerá otra marcha traumática para Andrei Vatutin como la de Sergio Rodríguez. El virtuoso galo se debate entre jugar en España -el Valencia Basket conserva todavía sus derechos- o retornar a la NBA, donde necesita competir media temporada más para cobrar una pensión vitalicia cuando cumpla los 64 años. Por su parte, el base canario también se plantea regresar a la Liga ACB tras dos años en la gélida Moscú, donde uno termina echando de menos muchas cosas pese a hacerse de oro.

Sin embargo, hay otros talentosos exteriores que están en el centro de toda clase de rumores durante estos días. En cuanto a los bases, Kostas Sloukas y Thomas Heurtel prometen ser otras de las joyas del mercado. El griego no tiene la más mínima intención de renovar con el Fenerbahce y se le vincula ya con cierta insistencia al Barcelona, CSKA Olympiacos o Maccabi. El francés desveló hace días que no ha recibido todavía ninguna oferta para ampliar su vínculo con el club catalán, indeciso a estas alturas con la única pieza que discute la supremacía del Real Madrid en la final liguera. Por último, está Bradley Wanamaker, que tras una oscura etapa en los Boston Celtics de la NBA tiene visos de regresar a Europa. El Armani de Ettore Messina ya ha echado sus redes sobre él.

Quien se quede con la miel en los labios a la hora de reclutar a alguno de estos cualificados pistoleros, tampoco deberá caer en la depresión a la vista de la identidad de los jugadores que aún están libres. Son los casos de Janis Strelnieks, Keith Langford, Michael Roll, Norris Cole, Erick Green o Toney Douglas, todos ellos bases-escoltas con una letal capacidad de desequilibrio en el uno contra uno y susceptibles de fabricarse sus propias canastas, virtudes que siempre obligan a poner encima de la mesa suculentas ofertas con muchos ceros.

Por último, tampoco está aclarado del todo el futuro de tres exbaskonistas. Todo hace indicar que Shane Larkin únicamente maneja dos opciones en estos instantes: renovar con el Efes o volver a la NBA. Pese a su contrato garantizado, Mike James afronta un futuro de lo más incierto en Milán tras la llegada de Messina al banquillo y, por último, Darius Adams es otro que puede optar por lucir nuevamente su clase en la Euroliga tras el cambio de normativa respecto a los extranjeros en la CBA china.

Cualquiera de estos nombres galácticos sería recibido obviamente en Vitoria con los brazos abiertos, aunque para ello será necesario que Josean Querejeta libere alguna de las fichas más elevadas de la plantilla y esos posibles objetos de deseo rebajen una cotización actualmente por las nubes.