Vitoria - Eduardo Martínez lleva 13 años al frente del triatlón de Vitoria-Gasteiz. Cuando comenzó a organizar la prueba nadie esperaba que pudiera tener la repercusión que ha tenido en los últimos años, y mucho menos que pudiera llegar a formar parte de la selecta lista de 40 localidades que forman parte del prestigioso circuito Ironman. En septiembre del año pasado, sin embargo, se hizo oficial su acuerdo para formar parte de su calendario durante los tres próximos años. El 14 de julio tendrá lugar en Vitoria la exigente prueba de resistencia en la que los participantes deberán realizar 3,8 kilómetros a nado, 180 kilómetros en bicicleta y 42,1 (una maratón) de carrera a pie.
¿Qué supone para Vitoria-Gasteiz dar el salto a albergar una prueba del circuito Ironman?
-Uno de los grandes cambios será la mayor repercusión que va a tener el evento globalmente. De las 40 pruebas que figuran en el calendario, Ironman ha elegido solo 13 de ellas para retransmitirlas en directo vía Facebook Watch, y Vitoria está entre las afortunadas. Será una retransmisión de diez horas de duración, por lo que abarcará una gran amplitud de franjas horarias. A lo largo de la carrera se conectarán espectadores de todos los lugares del mundo. Los Ironman suelen tener en Facebook alrededor de dos millones y medio de espectadores, lo cuál es muy positivo para la ciudad.
¿Cómo se llevará a cabo una retransmisión de esas características en un recorrido que abarca tanta distancia?
-Para ello se necesita un sistema un tanto complejo. Habrá cinco cámaras con conexión a la red que se irán moviendo por distintos tramos del circuito. Éstas enviarán la señal a Alemania, donde se llevarán a cabo las tareas de realización, y de allí las imágenes viajarán a Estados Unidos, donde se subirán al directo de Facebook. Uno de los obstáculos es que hay algunos puntos en los que no hay señal de 4G y se perderá la conexión con la cámara. Será entonces cuando se aproveche para introducir entrevistas u otro tipo de contenido para que no se corte la retransmisión. Todo ello se podrá disfrutar en una pantalla gigante que habrá colocada en la línea de meta de la Plaza de España.
Este año no se podrá realizar el triatlón de media distancia, que sí estuvo en las anteriores ediciones. ¿Significa esto que la prueba se está volviendo menos apta para deportistas aficionados?
-Hay que aclarar que Ironman en ningún momento ha dicho que la prueba half fuera a desaparecer. Es cierto que este año no se va a celebrar, pero nuestra intención es poder recuperarla en el futuro. Antes de comenzar la colaboración con Ironman ya teníamos pensado separarla de la distancia full, ya que era un tanto caótico que las dos pruebas tuvieran lugar al mismo tiempo. Los corredores se mezclaban y la organización era compleja. Sin embargo, si más adelante la recuperamos, tendría lugar en un fin de semana diferente, con los beneficios que conllevaría celebrar dos eventos de este calibre. Por otro lado, solo el 5% de los triatletas participantes serán profesionales, por lo que no perderá ese carácter de aficionado.
¿Se verá reducida la cifra de participantes debido a la ausencia de la prueba de media distancia?
-Quizás haya menos triatletas locales, ya que muchos de ellos participaban en la distancia half. A cambio, tendremos muchos más deportistas que viajen a Vitoria desde el extranjero, lo cuál es una gran noticia para la hostelería gasteiztarra, que hace mucha caja durante la competición. Este año el porcentaje de triatletas foráneos va a dispararse hasta el 50%. Sin ir más lejos, según los datos que manejamos en estos momentos, vamos a pasar de tener representantes de 36 nacionalidades diferentes a 55. Por si fuera poco, la media de pernoctaciones también va a aumentar. Al realizarse solo la prueba de larga distancia todos los atletas que viajan a Vitoria pasarán más tiempo en el hotel, ya que necesitan recoger el dorsal, entrenar, hacer el reconocimiento a la bicicleta, la reunión técnica del sábado, la entrega de premios del lunes... El Ironman es el domingo, pero el programa es de jueves a lunes.
¿En qué medida ayuda el nombre de Ironman a hacer el triatlón de Vitoria más atractivo?
-Antes era una prueba independiente muy bonita y reconocida, pero se quedaba ahí. Con Ironman cambia todo. La prueba de Vitoria-Gasteiz será clasificatoria para el Campeonato Mundial en Hawaii, que se celebra el próximo 12 de octubre. La capital alavesa repartirá un total de 40 plazas tanto a triatletas élite como a los grupos de edad. Eneko Llanos (gasteiztarra campeón del mundo de triatlón), por ejemplo, no ha competido en los últimos años porque tenía que prepararse para Hawaii y este año estará entre los grandes nombres de la prueba. Por otro lado, la medalla de finisher del Ironman también es un gran aliciente para todos aquellos cuyo objetivo sea llegar a la línea de meta.
La infraestructura necesaria para albergar una prueba de estas dimensiones es mayor que en otras ocasiones. ¿Van a invertir más dinero las instituciones públicas?
-El Ironman no va a suponer ningún sobrecoste para las instituciones. El Ayuntamiento va a aportar 95.000 euros, 5.000 más que el año pasado, pero eso ya estaba acordado antes de llegar al convenio con Ironman, y el año que viene la cifra ascenderá a 100.000. Hay otras ciudades en las que se está pagando un canon de 400.000 euros por poder estar en el calendario Ironman.
El mismo 14 de julio tendrá lugar en Bolton otro Ironman. ¿Puede esa competencia tener un efecto negativo en el número de participantes?
-Precisamente este año tenemos más participantes ingleses que nunca, no creo que nos vayamos a ver perjudicados.
¿Qué es lo que puede aportar Vitoria para que los triatletas la elijan por delante de otros Ironman?
-Si la organización nos ha incluído entre las 13 únicas pruebas que serán retransmitidas por Facebook es por algo. Si se fija, la mayoría de Ironmans son muy parecidos: la salida es en la playa y la línea de meta está en la propia costa. Por otro lado, el nuestro es de los únicos recorridos que se desarrolla dentro de una ciudad, prácticamente todos tienen lugar en pueblos. A esto hay que añadirle los aspectos culturales, paisajísticos y gastronómicos de Álava, muy diferentes a los del resto de eventos. El agua cristalina de Landa, el paisaje de las carreteras... Hay otros aspectos culturales como entregar una txapela a los ganadores y bailarles un aurresku que se seguirán manteniendo. Por si fuera poco, otros Ironman ofrecen tras la entrega de premios un plato de pasta con fruta y nosotros nos estamos moviendo para ofrecer a los corredores un almuerzo con txakoli y tinto Rioja. La buena organización que tenemos también es un punto a favor. Con lo difícil que es llevar a cabo un Ironman, nosotros lo hacemos fácil para el participante.
¿En qué punto está ahora mismo la preparación? ¿Se acumula el trabajo estos días?
-Es una prueba en la que hay cosas que hacer hasta el último momento. Por ejemplo, estamos pendientes de una reforma que quieren realizar en el Banco de España. Hay que colocar una estructura allí y ya han cambiado de planes varias veces. Primero que iban a estar en obras el día del Ironman, luego que no... Estas incertidumbres nos condicionan la preparación. La lista de participantes no se cierra hasta el 7 de julio, y muchos de los inscritos podrían darse de baja y posponer su participación a otra prueba del calendario, así que no conoceremos el número exacto de participantes hasta el final.
¿Qué cambios podrán apreciar los espectadores?
-El más grande estará en la línea de meta. Este año habrá un doble graderío y una pantalla gigante en la Plaza de España para que los aficionados puedan ver a los triatletas finalizar la prueba mientras disfrutan de imágenes en directo desde distintos puntos del recorrido. Además, la infraestructura va a ser mayor, pasaremos de estar en la Virgen Blanca y en la Plaza de España a abarcar también la Plaza del Machete y la Plaza de los Fueros. Es un privilegio poder disfrutar de una prueba como ésta de forma totalmente gratuita, ya que también habrá autobuses a Landa a disposición de los aficionados.
¿Qué objetivos se marca para esta primera edición del Ironman Vitoria-Gasteiz?
-El hecho de conseguir albergar un evento de estas características exitosamente ya es todo un logro. Hace falta que alrededor de 1.500 personas trabajen en su organización, por lo que intentaremos coordinarnos y que salga todo a la perfección. Además, nos hemos marcado la cifra de 1.900 participantes en la competición, número que, según está yendo todo, creo que superaremos con creces. Al final de los Ironman los triatletas suelen enviar sus valoraciones sobre la prueba y esperamos que todos queden satisfechos con la organización, con el recorrido y con la ciudad.