londres - El tenista británico Andy Murray aseguró ayer que ya no siente dolor, después de someterse a una operación de cadera a principios de año, y podría estar listo para competir en el próximo Wimbledon.
El dos veces campeón del torneo de hierba reconoció a la BBC 4 que aunque ya no tiene molestias aún no se encuentra al 100%. Con todo, sostuvo que tiene que “ver lo que pasa” y que no siente “presión para volver” aunque, si su cuerpo está bien intentará regresar al circuito profesional, lo que deja la puerta abierta a su regreso al All England Club el próximo julio.
El escocés explicó entonces que los dolores de cadera que ha arrastrado desde hace dos años le habían impedido recuperar su máximo nivel, que alcanzó a finales de 2016, cuando logró el número uno del mundo. - Efe