Duración: 40:22 minutos de juego.

Saques: 4 de Peio Etxeberria (tantos 3, 6, 7 y 20).

Pelotazos: 205 pelotazos a buena.

Tantos en juego: 4 de Agirre y 9 de Peio Etxeberria.

Errores: 1 de Peio Etxeberria y 7 de Agirre.

Marcador: 1-1, 2-7, 2-8, 3-10, 3-11, 4-17, 4-18, 5-21 y 6-22.

Incidencias: Partido correspondiente a los dieciseisavos de final del Campeonato Manomanista de Primera de la LEP.M disputado en el frontón Adarraga de Logroño. Menos de media entrada. En el primer partido, Zabala-Martija ganaron a Elordi-Ladis Galarza (21-22). En el tercero, Mendizabal III-Ruiz vencieron a Ugalde-Untoria (18-8).

LOGROÑO - Entrar en el Manomanista fue todo un premio para Peio Etxeberria. Hizo los deberes de sobra al superar la previa y estar entre los mejores especialistas del momento. El objetivo estaba cumplido y ahora solo queda soñar. Esa alegría por vivir uno de los mejores momentos de su todavía corta carrera como profesional no riñe con el hambre insaciable de todo pelotari. Con ese ansia voraz por llegar al 22. El zenotztarra no acudió al Adarraga a disfrutar de una tarde de pelota, llegó para ganar y cumplió con creces. Asier Agirre nada pudo hacer ante el pelotari de Aspe, que le acabó venciendo por 6-22. Etxeberria siempre supo lo que tenía que hacer. El saque le dio las primeras ventajas y con los segundos pelotazos destrozó a su rival. Ahora, en el horizonte aparece Beñat Rezusta. Otro estilo diferente, pero el mismo lema en mente. Nada que perder y a disfrutar en busca del 22.

El partido se presentó con una propuesta muy clara. Buen juego de aire por parte de los dos pelotaris y, quizás, una tendencia favorable a Agirre debido a su mayor experiencia y su superioridad en el golpe con la derecha. Pero los papeles se cambiaron. Fue Etxeberria el que jugó como si fuera un veterano y el iruindarra apenas pudo enseñar su espalda a su rival. El delantero de Zenotz estuvo metido en el partido desde el principio hasta el final. Gesto serio y sin precipitarse en ningún momento. Su cabeza diseño un plan y salirse del camino era algo que no se podía permitir.

Las apuestas, que salieron a la par, pronto empezaron a coger un claro color azul cuando Etxeberria empezó a poner tierra de por miedo. Su derecha, guardada entre algodones hasta hace unos días por unas ligeras molestias, apareció con chispa y marcó diferencias. Sobre todo, fue el disparo inicial lo que rompió desde un primer momento el encuentro. Etxeberria encontró las sensaciones adecuadas con el saque. Consiguió calcar sus movimientos una y otra vez para pegar la pelota a la pared izquierda. Agirre no encontró respuesta. Le costó restar de aire y cuando esperó al bote Etxeberria castigó con el remate.

Las esperanzas de Agirre acabaron reducidas a la posibilidad de endurecer los tantos y aprovechar su mayor pegada. Era la última opción y Etxeberria también la sepultó. El zenotztarra dejó muy buenos detalles con su volea y gracias a ella cambió el signo del partido una y otra vez. Se sacudió de encima el dominio de Agirre y pasó a mandar. El iruindarra acabó completamente desesperado, sin respuesta ante un adversario que fue superior.

Agirre solo mandó con el primer tanto, una dejada de mucho mérito. Pero a partir de ahí el monólogo de Etxeberria apenas dejó lugar para ligeras intervenciones del iruindarra. Los tantos se sucedieron uno tras otro y el pelotari de Baiko fue incapaz de conseguir ninguna tacada considerable. Ni la suerte le ayudó. Etxeberria arriesgó y todo le salió. El primer error en juego cometido por el de Aspe no llegó hasta el 5-21, ya con Agirre derrotado completamente y el encuentro visto para sentencia.