Eibar - ¿Qué se le pasó por la cabeza cuando Iker Irribarria falló su última parada al txoko, que golpeó en la chapa?

-No lo sé. Creo que me tiré al suelo, porque no me creía ni por un segundo que acabáramos de ganar la final y la txapela. Me costó reaccionar. Supuso una alegría tremenda.

¿Y un sueño cumplido?

-Por supuesto. Siempre he dicho que el sueño de todo chaval es debutar y solo por eso me siento un afortunado. Cuando estás ahí, quieres una txapela y no me imaginé que iba a tener esta oportunidad.

Levantó las manos al cielo y pensó en su aita, Jokin.

-Cada pelotazo y cada partido es para aita. Y esta txapela es para él. No me quiero olvidar de toda la familia, que me han ayudado cuando he estado mal, de mi chica, de mis amigos y de todos los entrenadores que he tenido, porque todos me han enseñado mucho.

¿Qué sabor tiene la txapela?

-Sabe muy bien. Es el premio al trabajo. No solo este año, creo que en 2018 hicimos un gran campeonato. Quizás quedó la imagen de la final en la que no dimos lo nuestro, pero creo que realizamos un campeonato muy completo. Hemos trabajado con regularidad.

¿Dónde durmió la txapela?

-Estuvo un buen rato por Dima. Después, ama e izeko se fueron a casa y allí durmió.

Después de disputar la final del Parejas, ¿le costó conciliar el sueño?

-Mucha gente habla de que el día anterior cuesta dormir, pero yo suelo hacerlo bien. En mi caso, lo paso peor al día siguiente. Soy un pelotari exigente. Me cuesta dormir después.

¿Ha hecho autocrítica a pesar de conseguir el cetro con Rezusta?

-Este es un partido en el que quizás lo que más importa es el resultado. Las finales se juegan para intentar ganarlas. Después, a todos nos gusta ganar jugando bien. No fue una final exquisita para el público, ya que hubo bastantes fallos y pocos tantos terminados. Sin embargo, fue dura y de mucha defensa. Hubo momentos al final en los que acerté.

¿Qué sensaciones le recorrieron el cuerpo cuando se encontró en lo más alto del podio?

-Nunca pensé que iba a llegar ese momento. Me hacía más ilusión por los de alrededor que por mí mismo. Ellos se lo merecían. Se dio la casualidad de que jugué la final en Bilbao y ver el frontón hasta arriba es una sensación increíble.En el podio tratas de buscar a tus amigos y a tu familia. Tardé tiempo en encontrar a mi ama, porque me cogieron mis amigos. Me costó llegar hasta donde estaban. Mi sensación fue que había conseguido algo que no me esperaba.

Su hermano Ander se emocionó muchísimo al verle alcanzar el cartón 22...

-Mi hermano es el que mejor me conoce. Me ha ayudado mucho en este camino. Siempre me ayuda, sobre todo, cuando más bajo me ve, porque él sabe cómo me encuentro en cada momento.

Cuando uno gana una txapela todo sucede muy deprisa: podio, celebración, cena... ¿Qué pensó cuando se levantó de la cama tras los festejos?

-Todavía me está costando asimilarlo. Ha sido un campeonato muy largo. Son cuatro meses y solo piensas en el partido a partido. Las últimas semanas se hicieron largas y en Bilbao nos pudo salir un día redondo. Me desperté con alegría.

¿Qué hizo después?

-Estar con los míos y dar un paseo con los perros.

¿Desayunó?

-No.

¿Llegó a disfrutar durante el encuentro?

-Hubo de todo. Salir al frontón lleno se disfruta, pero de un modo distinto, porque estás centrado en la cancha. Después, en pleno partido, tuve momentos de tensión y disfruté en el tramo final.

¿En algún momento vieron con el triunfo en la mano?

-Cuando Irribarria echó la paradita a la chapa. Cuando te queda poco, lo ves cerca, pero no hice bien mi último saque, Iker arriesgó y se pusieron muy cerca (21-19).

Hubo peligro...

-Siempre. Empatamos a 10 y a 16 y no sé si hubiera cogido la última parada de Irribarria. Llevaban peligro.

Tuvieron un gran recibimiento en Dima, ¿no?

-Se juntaron todos mis amigos de Zaratamo, Dima y Lemoa. Quería que disfrutasen de un día como este. Nos recibieron con ruido, trikitixa, aurresku, bertsos... Fue bonito. Emocionante. Te sientes querido y me siento un afortunado.

¿Se aguantó alguna lágrima?

-Al principio pasa todo muy rápido, de cachondeo, porque estás con los amigos, pero después conseguir esto hace que te emociones. He tenido momentos buenos y malos, pero no uno tan bueno como este.

Ya tiene su hueco en la historia.

-No pienso en eso. Me vale con la ilusión que me hizo a mí.

Beñat realizó un partido para enmarcar.

-Iker y José le pegaron una barbaridad a la pelota y es un lujo contar con un compañero como Beñat.

El día 14 de abril realizará el saque de honor en San Mamés en el partido entre el Athletic y el Rayo Vallecano.

-Es un detalle por parte del Athletic. Me hace una ilusión grandísima, porque soy muy aficionado.