Bilbao - El camino a la final del Parejas está marcado por una tensa espera. Días interminables desde el último partido y una cabeza que trata de evadirse de todo el foco mediático de una lucha por la txapela, pero que inevitablemente regresa una y otra vez a la imagen del gran día. En ese trayecto, la elección de material es el anticipo perfecto, la vuelta a la realidad y el aviso de que ya no queda nada para realizar el tan esperado saque inicial. Danel Elezkano y Beñat Rezusta se citaron ayer con Iker Irribarria y José Javier Zabaleta para escoger los cueros que protagonizarán el desenlace del campeonato. “Los nervios ya llegarán el domingo a la mañana”, afirmaron. Más ilusión que tensión y ninguna queja con las pelotas escogidas. Las apuestas marcan como claros favoritos a Irribarria y Zabaleta, pero el zaratamoztarra y el zaguero de Bergara no se dan por derrotados antes de tiempo. Es su segunda final consecutiva y solo miran al pasado como un ejemplo para aprender. Más maduros que el año pasado sueñan con la txapela del Parejas.

Los resultados son juez del estado de ánimo del pelotari, un tanto arriba o abajo puede cambiarlo todo. Llegar a 22 es el gran deseo, pero Elezkano tiene claro que no solo cuenta el final del trayecto, el camino también es importante y lo quiere disfrutar al máximo. “No tengo ninguna presión. Ganar sería algo tremendamente bonito, pero también jugar la final lo es. He visto que también hay que disfrutar de estos días al máximo”, reconoció el delantero de Zaratamo. Es su segunda final consecutiva del Parejas y otra vez con el mismo compañero. En esta ocasión buscan que el desenlace sea diferente y por lo menos competir más. Sin embargo, Elezkano y Rezusta no tienen espinas clavadas, el pasado no merece lamentaciones. “Por mi parte no quedé nada contento con lo que hice. Este año tenemos otra oportunidad pero no la afrontamos con la mentalidad de darle la vuelta a lo del año pasado. Esto es otra cosa, algo nuevo, otra final”, afirmó el guipuzcoano. Otra nueva oportunidad para Elezkano de estrenar su palmarés profesional y la cuarta final seguida para el de Bergara.

En este nuevo capítulo en sus carreras, el frontón Bizkaia aparece como el campo de batalla. Escenario habitual para la mayoría de los pelotaris, pero al mismo tiempo guarda esa sensación especial para los manistas vizcaínos. El calor del hogar. “Como vizcaíno, está claro que es bonito jugar la final en Bilbao. También tuve la oportunidad de debutar aquí y tengo recuerdos buenos de este frontón. Estoy encantado de poder disputar la txapela aquí”, opinó Elezkano. El recinto bilbaíno no será excusa en esta final. Los cuatro pelotaris lo dejaron claro, entre ellos Zabaleta: “Siempre he dicho que el frontón que más me gusta es el de Gasteiz, pero hay otros muchos frontones en los que he hecho partidos buenos y malos. Espero jugar un buen partido en Bilbao y al acabar ya diré si me gusta”.

al ataque La etiqueta de favoritos está en el bando de Irribarria y Zabaleta. Su pegada y la regularidad mostrada en las semifinales les convierte en una pareja temible. “Tanto José como Iker son capaces de cambiar la dinámica del tanto de un solo pelotazo, pero si nosotros hacemos nuestro juego también tendremos nuestras opciones”, explicó el vizcaíno. Lo que tienen claro el delantero de Zaratamo y Rezusta es que no pueden quedarse esperando al error del rival y limitarse a defender. “Tengo claro que si estoy todo el rato en el ocho o en el nueve, bastante voy a tener con defender y defendiendo solo no vamos a ganar. Tenemos que aprovechar nuestras oportunidades y obligarles a no estar cómodos”, añadió Rezusta.

Irribarria y Zabaleta no se fían de su favoritismo. Las apuestas les ponen más cerca de la txapela, pero toca demostrarlo en la cancha y saben que no será sencillo ante Elezkano y Rezusta. “Para mí son una pareja con una constancia tremenda. Apenas pierden pelota, defienden y cuando contraatacan lo hacen bien. La velocidad que tiene Beñat para defender en el txoko es increíble”, describió Irribarria. Zabaleta tampoco restó elogios a sus oponentes y reconoció que tendrán que dar su “mejor versión para poder ganar”. “Estamos bien, pero la final será un partido nuevo que vamos a tener que luchar contra la otra pareja de tú a tú. Va a ser muy difícil”. Sin ninguna confianza a solo dos días de la final, a solo dos días del final de un trayecto marcado por una espera tensa pero llena de ilusión.