bilbao - El humus de Euskal Herria, su sustrato, está repleto de representaciones mitológicas. Criaturas mágicas, insertadas en la cultura oral que trasladan las leyendas. Mari, Urtzi, las lamiak, sorginak, los gentiles, Basajuan, Olentzero... Son todos parte de ese árbol genealógico indispensable para entender la identidad de un pueblo. En Euskal Herria, el ciclismo también es una parte consustancial de su ser. Por eso, la Itzulia, la carrera que recorre las entrañas del país adquiere la categoría de mito, sobre todo, porque ningún corredor nacido en Euskadi ha sido capaz de conquistar la carrera en los últimos 15 años. Tres lustros han pasado desde el último asalto a la gloria. Lo protagonizó el genial Iban Mayo. Vestía el de Igorre el naranja de Euskaltel-Euskadi. Por detrás del vizcaíno se clasificaron Tyler Hamilton y Samuel Sánchez. Desde aquel día, ningún ciclista de Euskal Herria ha podido con la Itzulia, una criatura mitológica.
La participación vasca ha sido numerosa y la calidad de los dorsales más que notable en este tiempo de barbecho, donde la Itzulia se ha convertido en un imposible, una prueba absolutamente escurridiza, negada para los vascos. En ese tiempo, tres lustros, el impacto en el podio tampoco ha sido muy llamativo. Solo cinco ciclistas han sido capaces de colarse en la foto definitiva: Iban Mayo, David Etxebarria, Beñat Intxausti, Ion Izagirre y Mikel Landa. Mayo, que defendía título, fue segundo en 2004. Al podio de esa edición también asomó David Etxebarria. Entre los ciclistas del Euskaltel se coló el ruso Denis Menchov, vencedor en aquella oportunidad.
Tuvieron que transcurrir media docena de años hasta que otro ciclista vasco apareciera en el escaparate de los mejores de la Itzulia. Fue el vizcaíno Beñat Intxausti, que siguió de cerca la estela de Chris Horner. El trío victorioso lo completó Joaquim Rodríguez, un clásico de la carrera vasca. Al igual que sucedió con el destello de Intxausti, se completaron varios almanaques, cinco, concretamente, hasta la irrupción de Ion Izagirre. El de Ormaiztegi obtuvo la tercera plaza en la edición de 2015. El guipuzcoano ha repetido plaza en 2017 y 2018, convirtiéndose en uno de los grandes aspirantes al cetro, también en la presente edición, donde estará acompañado de un gran equipo. El pasado año, el mejor vasco de la carrera fue Mikel Landa, segundo al término de la misma, por detrás de Primoz Roglic. El alavés, que ayer repaso la ascensión a Karakate, es otra de las estrellas vascas que busca hacerse con el triunfo y dar caza así al unicornio de la Itzulia.