PHOENIX - Jon Rahm completa desde hoy su gira por el desierto con una cita ineludible. El Waste Management Phoenix Open se disputa en el TPC Scottsdale, a pocos kilómetros de su lugar de residencia en Estados Unidos y en un campo que conoce muy bien y que congrega a una gran cantidad de aficionados de la Universidad de Arizona State que tienen como ídolo a Rahmbo. Ese hoyo 16, rodeado por gradas que pueden acoger a 25.000 espectadores, es uno de los lugares emblemáticos del golf mundial y en ese ambiente se ha sentido el jugador de Barrika como pez en el agua los dos años anteriores. En 2018 acabó empatado en el undécimo puesto después de llegar con opciones hasta los últimos nueve hoyos y en 2017 fue decimosexto.
El objetivo para este año es mejorar esos resultados y Jon Rahm llega después de haber subido un puesto en el ranking mundial, ahora es sexto, y tras encadenar tres puestos entre los diez primeros en los tres torneos que ha jugado en 2019: octavo en el Sentry Tournament of Champions, sexto en el Desert Classic y quinto en el Farmers Insurance. Si se añade la victoria en el Hero Challenge en diciembre, compone una trayectoria reciente más que destacada. En la última cita disputó el domingo el partido estelar y llegó a estar a un golpe del ganador Justin Rose, pero la suerte no le acompañó en los greenes y le privó de lograr un resultado aún mejor.
No obstante, Rahm, que estrena en este torneo el patrocinio de la empresa de software y consultoría tecnológica JDA, con sede en Scottsdale, sabe que esta regularidad al final acabará dando frutos y pulir esos pequeños detalles la acercarán aún más a las victorias. Habló en su periodo de descanso de que quería mejorar en sus golpes con los hierros desde la distancia de 100-125 metros, que es donde brillan los mejores del mundo. Y precisamente fue lo que le faltó en Torrey Pines, dejar la bola un poco más cerca del hoyo, para elevar sus posibilidades.
En Scottsdale, donde los pronósticos le sitúan entre los principales favoritos, tendrá hoy y mañana una compañía inmejorable para elevar su nivel: Xander Schauffele, actual líder de la FedEx Cup y que ya acumula dos títulos esta temporada, y Bubba Watson, miembro del equipo estadounidense de la Ryder Cup y que ya ha rozado la victoria en el Waste Management en un par de ocasiones.
participación de altura Gary Woodland defiende el triunfo logrado el año pasado en el play-off ante Chez Reavie, otro alumno de Arizona State, pero el torneo tiene otros aspirantes cualificados. Uno de ellos debe ser Phil Mickelson, el gran ídolo en el TPC Scottsdale, que participa por trigésima edición en esta cita de Phoenix. Justin Thomas, Rickie Fowler, Tony Finau, Matt Kuchar, con dos victorias también este curso en el PGA Tour, Hideki Matsuyama, ganador del Waste Management en 2016 y 2017, Tyrrel Hatton o Webb Simpson suman calidad a una cita siempre caliente y que eleva la adrenalina de todos los jugadores. Jon Rahm, que descansará una semana antes de debutar en el Genesis Open de Riviera Country Club, no es una excepción por su particular manera de entender el golf. Scottsdale le abraza.