Arequipa (Perú) - El estadounidense Ricky Brabec y el qatarí Nasser Al-Attiyah disfrutaron ayer, como líderes del Dakar en motos y coches, respectivamente, la jornada de descanso del rally, que marca el ecuador de la competición antes de afrontar sus cinco últimas etapas.

Tanto el norteamericano como el árabe pudieron mantener al margen a sus perseguidores más directos en la quinta etapa de la carrera, que salía desde Moquegua para las motos y quads y desde Tacna para coches y camiones, pero con meta para todos en Arequipa, todo ello en Perú.

Sin embargo, ninguno de los dos tiene asegurado el éxito, pues en motos los siete primeros están separados por apenas 9 minutos de distancia y en coches los tres primeros por menos de 35 minutos, unos márgenes que dejan abierto todo para la segunda parte de la carrera, donde los vehículos pondrán rumbo hacia Lima. El británico Sam Sunderland (KTM) está a apenas 59 segundos después de haber ganado la quinta etapa. Sunderland, campeón del Dakar en 2017, ganó la etapa gracias a los más de diez minutos que los comisarios de carrera le descontaron por haberse detenido a ayudar al portugués Paulo Gonçalves (Honda), malherido por una fuerte caída. El debutante español Lorenzo Santolino (Sherco) es una de las revelaciones de la primera semana del rally con la undécima posición en la general, a 37:00 del líder. En coches, Al-Attiyah aumentó su ventaja sobre sus competidores gracias a los problemas del francés Stéphane Peterhansel (Mini), que sea aleja a casi 25 minutos del qatarí. Por su parte, Sébastien Loeb sumó su segundo triunfo de etapa y demostró que su Peugeot 3008, el coche que ganó el rally hace dos años, aún tiene nivel para hacerle frente a los vehículos oficiales de Mini y Toyota. Tercero en la general continúa el español Nani Roma (Mini), pero a casi 35 minutos de Al-Attiyah. - DNA