gasteiz - Lucas Cruz (Barcelona, 1974) está acostumbrado a vivir en un segundo plano cada vez que se monta en un vehículo de competición. Bajo la enorme sombra de Carlos Sainz, este catalán solamente levanta la voz dentro del coche. Sin embargo, sus habilidades, aunque muchas veces no sean tan reconocidas, son clave en el día a día de una carrera. Cruz ejerce de guía de Sainz. Es sus ojos y el que le ayuda a mantener una línea correcta en las situaciones más críticas para que el piloto madrileño se dedique exclusivamente a tratar de llevar el choque lo más rápido posible sin preocuparse del camino ni de la navegación, una de las partes más importantes en los raids. El trabajo de Cruz fue fundamental en la consecución del último Dakar y a partir de hoy comenzará junto a Carlos Sainz la defensa del título. Ambos lo harán a bordo de un nuevo proyecto, sin contar con el Peugeot que ha sido dominador durante los últimos años, pero a los asientos de un nuevo vehículo que apunta a ser igual de potente que el coche de la marca francesa, un Mini de última generación muy idóneo para la arena peruana, terreno exclusivo en esta edición donde la estrategia y la orientación serán claves para poder sacar adelante la victoria por la que competirán. Ahí entrará en juego la experiencia de Cruz, que desde su posición de copiloto tratará de encontrar las mejores rutas para revalidar el Dakar.

¿Cómo es ser el copiloto de alguien con una trayectoria tan extensa y exitosa como la de Carlos Sainz?

-Siempre tienes una presión añadida porque eres el centro de atención. Carlos Sainz es una persona exigente, pero también consigo mismo, y los que están alrededor suyo saben que tienen que dar como él, su cien por cien. Para mí es fundamental entrar en ese rol, sobre todo, si lo que se quiere es conseguir la victoria. Estar al lado de Carlos me ha enseñado muchísimo y me ha aportado un montón a mi formación como copiloto. Además, con Carlos Sainz se disfruta dentro del coche y me hace el trabajo muy fácil.

Alguna discusión ya tendrán dentro del vehículo.

-Hay veces, como en todo. Son situaciones en las que él está viendo unas referencias en la pista que a lo mejor nos pueden llevar al error y yo tengo una documentación. A veces es complicado hacer cambiar de opinión a un piloto cuando está viendo algo que para él parece claro y realmente es lo contrario. Pero bueno, es algo que nos ocurre a todos los copilotos con todos los pilotos. No hay mucha más historia.

Lo que parece que no tiene fecha de caducidad es la vinculación entre Carlos Sainz y Lucas Cruz, que otro año más vuelve a aparecer como pareja en la lista de salida del Dakar.

-De momento ahí estamos y ya veremos lo que acaba durando. Nos sentimos a gusto los dos y el ritmo que llevamos creo que es bueno. Ya iremos viendo un poco qué es lo que sucede en el futuro.

El Dakar de este año se celebra exclusivamente en Perú, con la arena y el desierto como principales protagonistas. ¿Qué opinión tiene respecto a esta edición?

-El Dakar de este año es un poco atípico puesto que al hacerse solamente por Perú va a haber más de un ochenta y cinco por ciento de especiales que serán por arena y desierto. Va a marcar mucho la estrategia que lleve cada piloto, ya que quedar primero el día anterior y abrir la pista va a penalizar bastante.

Con tanto desierto, la navegación será fundamental y deberá exprimirse para sacar adelante las etapas. Su trabajo se antoja más crucial si cabe.

-Así es. Creo que incluso las trazas que van a coincidir con etapas de días anteriores van a añadir problemas a la hora de encontrar bien la pista y tener claro cuál es el camino o la ruta a seguir.

¿Cuál es el objetivo principal que se marcan en esta edición íntegramente peruana?

-La idea es defender el título. Nos falta algún kilómetro más para hacer con el coche, pero no estamos descontentos con el resultado. Este año es un proyecto nuevo, un concepto diferente de vehículo, una estructura nueva y la verdad es que estamos motivados. No es que sea un año para pasearse, pero sí para disfrutar e intentar revalidar el título, que no será fácil.

Cambian un coche dominador durante estos últimos años, como es el Peugeot, por un Mini. ¿Qué supone el cambio?

-El nuevo vehículo tiene unas características diferentes. El diseño es bastante diferente. Las geometrías de suspensión son diferentes. Lleva el radiador en la parte delantera, en vez de atrás como el Peugeot, y eso cambia el reparto de pesos. Luego, la ubicación de las ruedas de recambio está muy bien, el coche es más alargado y estrechito por lo que nos permite esconder mejor las ruedas. La ventaja que tenemos en relación al resto de competidores es que llevamos solamente un turbo geovariable. Esto nos permite tener un milímetro más de brida de entrada de aire y ganar algo más de potencia.

¿A quiénes considera como los adversarios más a tener en cuenta en esta edición?

-Entre los principales rivales, dentro del equipo tenemos ya una parte importante con Stephane Peterhansel y Cyril Despres. Luego, los Toyota vienen muy bien preparados este año y hay que tener en cuenta a sus pilotos Nasser Al Attiyah, Ten Brinke y Giniel de Villiers. La incógnita es Sebastien Loeb. Va a hacer la carrera con un Peugeot de hace un año y veremos cómo se desarrolla la carrera para él.

¿Cómo es la preparación que realiza un copiloto para una prueba tan exigente como es el Dakar?

-Es necesario hacer una preparación física importante y por otro lado una preparación más específica que consiste en conocer un poco el recorrido de la carrera, por dónde va a pasar, que tipos de terrenos vamos a encontrar, las distancias, el tipo de especiales? También hay que ver un poco qué estrategia se puede seguir para estar siempre bien posicionado y al día siguiente no tener que abrir pista y que toque perder tiempo.

¿En qué consiste el trabajo físico que realiza para llegar a ese punto idóneo?

-Hay una parte que es más de resistencia y otra más específica. Hacemos ejercicios para fortalecer el cuello, la espalda, la zona lumbar? que es lo que más sufre. Luego realizamos ejercicios explosivos para cuando tengamos que hacer un cambio de rueda y así podamos perder el menor tiempo posible. Por otro lado, hay una parte psicológica que se trabaja con un psicólogo deportivo, y esto nos ayuda mucho para que en situaciones comprometidas podamos llegar a solucionar los problemas que se presenten con el menor tiempo posible de pérdida.

¿Qué importancia tiene llegar en un buen estado físico y mental al Dakar?

-Si toda la parte mental y física está bien preparada, es mucho más fácil. Ayuda a tener más confianza y en la toma de decisiones se es mucho más rápido, algo que necesitas en situaciones límite o cuando hay que tomar decisiones rápidas. Para mí es una parte muy importante para toda la carrera.

¿Merece la pena todo este trabajo y sacrificio por una prueba como la que se disputa este año en Perú?

-Para mí el Dakar es ya una forma de vida. Desde hace muchos años me dedico profesionalmente a esto y aparte es también una parte importante de mi vida. Creo que realmente lo que me aporta es mucho, desde la parte personal a la deportiva. El Dakar es un reto, una superación y sobre todo conseguir resultados y objetivos es súper importante.

¿Cómo describiría lo que se siente al subir a lo más alto del podio en el Dakar?

-Realmente pasa muy rápido. No te das cuenta y enseguida empiezas a pensar en el siguiente año. Casi lo disfrutas más los días de final de la carrera y listo. Subir a lo más alto del podio es la culminación a un trabajo bien hecho y sirve para confirmar que la línea que se está siguiendo durante los últimos años es la correcta para conseguir estos resultados que te propones.

Se trata de pruebas en las que la labor de los copilotos es más importante que en otro tipo de carreras.

-Hay un exceso de presión para el copiloto, pero sí que es verdad que esta carrera aporta un valor añadido al trabajo que realizas, y estar contento con lo que haces siempre es importante. Pienso que es fundamental disfrutar con lo que haces, porque si no, sería imposible realizar un trabajo correcto y que a nosotros nos llegue a llenar en ese sentido.