La historia del Mendi Film Festival no sería lo mismo sin la figura de Juanjo San Sebastián. El alpinista y escritor bilbaíno es historia viva. Un hombre que cosecha una larga lista de logros en cumbres de todas las altitudes posibles. Pero la labor de San Sebastián no se reduce únicamente a sus hazañas. Es un enamorado de la montaña y trata de hacerlo ver cada vez que le es posible, centrándose en impulsar el deporte de todas las maneras posibles. Por eso, el vizcaíno recibe este año un premio a todo ese esfuerzo realizado para trasmitir los valores sociales del alpinismo. San Sebastián será agasajado con el Premio Fundación WOP que entrega la asociación The Walk On Project, que trabaja para combatir las enfermedades neurodegenerativas, dentro del marco del festival de cine de montaña y deportes de aventura. El bilbaíno se une a Josep Manuel Anglada, Sir Chris Bonington y Peter Habeler, que junto a la película Drawn de Jeremy Collins han sido los premiados que le preceden.
Más que a las cimas holladas o a las innumerables expediciones llevadas a cabo, San Sebastián considera que su trabajo por el alpinismo va más allá. “Siento que el reconocimiento del Mendi Film Festival y de la Fundación WOP tiene que ver con mi trayectoria de montaña, pero también con mi trayectoria de impulso de las actividades de montaña y, sobre todo, de los mejores valores que encierra esta modalidad deportiva”, opina el premiado. Este galardón llena de orgullo a San Sebastián, debido a que el premio no llega por parte del ámbito internacional, sino de mano de la gente de casa, con la que colabora estrechamente desde hace muchos años. “Me siento muy querido y hay pocas cosas mejores que sentirse querido por la gente que tienes cerca. Me siento muy agradecido al Mendi y a WOP”, afirma el vizcaíno.
Son muchas las cumbres conquistadas por el bilbaíno a lo largo del planeta, pero hay dos cimas a las que les guarda un cariño especial, dos proyectos alejados de los siempre mitificados ochomiles. “Tengo muchísimos buenos recuerdos, pero si tuviese que elegir, me quedaría con el Mont Blanc, en el que estuvimos cinco días, dos de tormenta, y nos costó llegar porque no veíamos ni por dónde íbamos, y con la Pared de El Capitán”, recuerda. Parte de esa satisfacción por estos retos logrados se basan en el esfuerzo que tuvo que realizar para llevarlas a cabo: “Ambas son montañas cuya escalada pura lleva unos cuantos días. Es buena la lentitud. Son esas cosas que te dejan poso. Son escaladas que llevan tiempo generando incertidumbre y creo que esa es la montaña de verdad”. El placer de disfrutar el trayecto, de vivir con pasión cada paso hacia un objetivo y hacerlo mas importarte que el propio final del proyecto.
Juanjo San Sebastián reconoce que “muchas veces lo que más te gusta es el propio camino”. Por eso, aunque los elogios estén muchas veces destinados a los retos concluidos o la imagen de la gloria más habitual sea la del alpinista en lo más alto, el bilbaíno resta importancia a los sentimientos vividos en las cimas: “Las cumbres se disfrutan más o menos según lo que te espere a la bajada. La cima está bien, pero es la mitad del camino. En los ochomiles no se siente ni siquiera una emoción especial, absolutamente ninguna. Se siente mucha tensión por lo que te queda en la bajada”. Es la responsabilidad de la montaña la que pesa por encima de los sentimientos y, en otras ocasiones, también entra en juego la pena “cuando lo estás disfrutando todo y sientes que la escalada se acaba”.
El pagasarri, donde todo empezó Otra de los montes que tiene un sentido especial para San Sebastián es el Pagasarri. Es donde todo empezó. Donde los primeros pioneros de las actividades alpinistas realizaron las primeras salidas y el lugar que utilizó el bilbaíno para organizar una marcha que se ha convertido en una cita marcada en rojo en el calendario. De ahí y de la Semana de la Montaña de BBK surgió el germen del actual Mendi Film Festival. Así, el alpinista y la muestra se dieron la mano para continuar con un camino en el que siguieron impulsando los valores del montañismo y hoy todo ese trabajo será reconocido con la entrega del Premio Fundación WOP.