Duración: 64:30 minutos de juego.

Saques: 2 de Altuna III (tantos 10 y 11).

Faltas de saque: Ninguna.

Pelotazos: 524 pelotazos a buena.

Tantos en juego: 10 de Altuna III, 1 de Martija, 12 de Irribarria y 3 de Zabaleta.

Errores: 1 de Altuna III, 3 de Martija, 3 de Irribarria y 6 de Zabaleta.

Marcador: 1-0, 1-1, 2-1, 2-2, 7-2, 7-3, 8-3, 8-5, 12-5, 12-12, 15-12, 15-13, 18-13, 18-16, 19-16, 19-17, 20-17, 20-19 y 22-19.

Apuestas: Se cantaron posturas de salida de 100 a 80 a favor de Irribarria-Zabaleta.

Incidencias: Partido correspondiente a la segunda jornada de la liguilla de cuartos de final de la LEP.M disputado en el frontón Astelena de Eibar. Buena entrada. 1.013 espectadores. En el primer partido, Jaka-Jaunarena ganaron a Retegi Bi-Erostarbe (17-22). En el tercero, Elordi-Irusta vencieron a Mendizabal III-Martínez (8-18).

Eibar - “Hay cosas más importantes que la txapela y ganar este partido tiene un mérito tremendo”. Lo dijo Jokin Altuna ayer al término del choque que abría la segunda jornada de la liguilla de cuartos de final del Parejas. Mientras, en las tripas del Astelena de Eibar, donde el alma del cuero habita como un fantasma perenne, inamovible, Julen Martija aterrizaba poco a poco en el vestuario. Durante el tránsito, el zaguero de Etxeberri es todo piel y huesos, superviviente a la carpanta de dos pegadores, que se afanaron en cortarle la merienda de cuajo. Iker Irribarria y José Javier Zabaleta se esforzaron en romperle la moral con su pelota -más viva que la de sus adversarios-, esquivar a Altuna III y conquistar el mundo por aplastamiento. Fue su arma. Martija, prodigio defensivo, si bien no es un dinamitero, sí que tiene alma de maratoniano. Partisano hasta la médula, al de Sakana jugó a lo bonzo, sin miedo a las quemaduras. Eso le va en los genes. Él agarró el choque. Su compañero, pleiteando cerca del frontis desde la trinchera, supo acertar cuando pintaban bastos. En definitiva, un tratado de supervivencia. Otra lección. La primera fue en el frontón de Amezketa en la primera jornada de la competición y se fue hasta los 751 pelotazos. Ayer, en el Astelena de Eibar, ante dos pegadores, se abrazaron al tajo para sacar lustre al partido. Un “mérito tremendo”. Dos de dos.

Ocurre que Irribarria y Zabaleta, dos bulldozers, vivieron en la montaña rusa. Un encuentro de fases. La irregularidad les atenazó, pero los errores les condenaron. Sobre todo, los del guardaespaldas de Etxarren. Y es que, aunque el zurdo de Arama entró frío, acabó con una hoja de servicios bien cargada, un puñado de zurdazos de mérito y hambre en el remate. A su compañero, sin embargo, se le atragantó tanta resistencia. El asedio del guardaespaldas de Etxarren únicamente funcionó con cuero favorable. Cuando cambiaron las tornas, tanto en el inicio (12-5) como en el nudo (18-13) y el desenlace (22-19), sufrió desde su atalaya.

La condena de Irribarria y Zabaleta quedó patente en una cita debatida a tirones. Y es que, remaron dos veces: restañaron en su mejor versión el 12-5 e igualaron, pero un yerro del de Etxarren rompió la dinámica; Irribarria se creció para curar el 18-16 y estuvieron 20-19, mas dos errores, uno por barba, cerró el partido.

El potro de tortura de la hipervitaminada pareja se construyó alrededor de la inquebrantable unidad que forman el espíritu competitivo de Altuna III y la solidez de Martija. El cuerpo a cuerpo, frente a unos adversarios superiores en pegada, no fue un problema. Cuestión de espíritu. La primera mitad del delantero de Amezketa fue de campanillas, acertando todas las pelotas que tuvo; la segunda, más comunista, más sacrificada, fue menos grandilocuente aunque más determinante y deliciosa por vivir de estraperlo. Y Jokin regaló un detalle para colgar en un museo: puso el 15-12 con una dejada rápida llena de efecto en la punta. El cuero murió con el suspiro ahogado de un Astelena con una gran entrada.

A pesar del 12-5 inicial, la tortícolis del amezketarra y el huracán de los azules (12-12), Martija -mejorado físicamente con respecto al curso pasado- aguantó la carnívora ansiedad rival. Y sacó premio. Tres buenos pelotazos arrimados del de Etxeberri crujieron a Zabaleta en su noria. Altuna III respondió ante Irribarria, desdibujado más por el resultado que por el juego. Los colorados defendieron y acertaron en los momentos clave. El peloteo, a la contra, les dejó el sabor de una victoria a contrapelo, de las de oficio, de las que tienen mérito.