Saint Quentin-en-Yvelines - “Donde se forjan las leyendas”. Así es el lema que impulsa a la Ryder Cup, esa competición que transforma el golf durante una semana y lo eleva a la categoría de acontecimiento universal. Desde 1979, cuando los europeos continentales se sumaron al equipo de este lado del Atlántico para elevar su nivel, se han sucedido ediciones memorables, momentos legendarios, vividas con una pasión que algunos piensan que ya se ha desbordado demasiado, pero que se reflejan en las cifras de seguimiento que tendrá esta edición de Le Golf National en París. Y en ella está Jon Rahm, que se ha ganado el derecho a formar parte de esta magno espectáculo, a crear su propia leyenda en la competición, como lo hizo Severiano Ballesteros, su gran referencia en el golf.
Si la Ryder es lo que es, se lo debe en un porcentaje muy alto a Jack Nicklaus, que fue el impulsor de la llega de los jugadores continentales, y por el jugador cántabro, que encarnó mejor que nadie el espíritu de la competición. El de Barrika está feliz por encontrarse donde soñaba desde niño junto a los mejores jugadores del mundo. Rahm, estudioso de su deporte hasta un punto enciclopédico, tendrá mil historias que guardar en su memoria y mil detalles que sumar a su juego en el afán constante de superarse. Pero, ante todo, quiere contribuir a que Europa alcance los 14,5 puntos que necesita para recuperar el preciado trofeo. Puede mirarse en el espejo de Rafa Cabrera y Thomas Pieters, que tuvieron un gran rendimiento en su debut hace dos años en Hazeltine. Y lo podrá hacer desde hoy ya que Thomas Bjorn ha decidido que abra la Ryder Cup de 2018 a partir de las 8.10 de la mañana en el primer duelo de fourballs (cada jugador una bola) junto a Justin Rose, un veterano de la Ryder, reciente ganador del PGA Tour y el mejor jugador europeo del momento que, además, puede ser un contrapunto al carácter más emotivo de Rahm. La doble JR tendrá enfrente a Brooks Koepka, ganador del US Open y el PGA Championship, y Tony Finau, otro debutante. Los estadounidenses son dos de los pegadores más largos del PGA Tour, aunque puede que eso no les sirva en el campo parisino.
El primer partido siempre puede marcar tendencia, sobre todo anímica, y el capitán europeo demuestra confianza en Jon Rahm, que así también podrá sacarse de encima desde muy pronto. “Es muy especial para mí abrir esta Ryder con una leyenda del golf, un jugador muy paciente. Estoy emocionado y tengo mucha adrenalina”, reconoció el de Barrika tras la ceremonia inaugural. En la Ryder Cup se trata del equipo, de sumar en el verde o fuera de él, por eso se hace participes a las familias de los jugadores. Ayer se especulaba con que Rahm sea uno de los fijos del equipo europeo y puede estar en todos los partidos. “Estoy preparado para jugar los cinco, aunque entiendo que la mayoría de los jugadores tendrían que rotar en los partidos”, asumió, aunque también aseguró que hará “todo lo posible para jugar bien y convencerle al capitán de que no me saque de los emparejamientos”.
los debutantes, al principio Que salgan cuatro debutantes en los partidos iniciales sorprende, aunque Europa tiene pesos pesados en los que apoyarse si es necesario. “Creo en este equipo del primero al último. Han mostrado un buen nivel esta semana en las prácticas y he tenido un problema a la hora de elegir”, explicó Thomas Bjorn, que consideró que “no era una buena idea que los debutantes estuvieran esperando para jugar”, por la carga de tensión que eso supone. “Están deseando salir al campo y lo van a hacer desde el principio con grandes jugadores a su lado. Creo que son parejas que pueden funcionar”, añadió el danés sobre una decisión que ha compartido con sus cinco vicecapitanes.
Ayer mismo, Jon Rahm y Justin Rose jugaron nueve hoyos juntos para seguir atando cabos en un recorrido que se ha preparado para que el par pueda ser un resultado ganador en cada hoyo. En 2016 en Hazeltine se asistió a un espectacular festival de birdies y Europa ha querido esta vez frenar el ímpetu de sus rivales y ha dejado un campo con calles estrechas y unos roughs densos para que jugar recto sea una de las claves de la semana por encima de la potencia. Si hay que llegar a green, que sea por la ruta más complicada.
De cualquier forma, el nivel de juego tiene que ser altísimo y lleno de emoción. Europa ha ganado ocho de las últimas once ediciones de la Ryder Cup. Los estadounidenses no han ganado como visitantes desde 1993 en The Belfry, que es la última vez que retuvieron la copa, pero las personalidades que tienen en el equipo de 2018 no se van a asustar. Ayer mismo, Patrick Reed y Tiger Woods, que también formarán pareja hoy, protagonizaron una caliente ronda de prácticas que anunció lo que puede ser Le Golf National en estos tres días. Como dijo Jim Furyk, el capitán de Estados Unidos, en su discurso inaugural esta edición va a ser “magnifique”.
Fourballs. Rahm-Rose contra Koepka-Finau (8.10). McIlroy-Olesen contra Johnson-Fowler (8.25). Casey-Hatton contra Thomas-Spieth (8.40). Molinari-Fleetwood contra Woods-Reed (8.55).