SINGAPUR - Corría la temporada 2017. Lewis Hamilton, al volante del McLaren y con Fernando Alonso de compañero, asistía al curso de su debut en la Fórmula 1. Contra todo pronóstico, a falta de dos carreras para concluir el campeonato, el británico era líder con opción de sentenciar en la penúltima estación del Mundial.

Durante el GP de China, Hamilton agotó la goma de su neumático trasero derecho hasta aflorar visibles las lonas, y en la curva de acceso al pit lane, encarrilado para reemplazar los calzos, terminó en la puzolana. Era su primer abandono del año. A pesar de ello, tenía la baza del definitivo GP de Brasil, adonde llegaba conservando la primera posición del campeonato, con cuatro puntos de ventaja sobre Alonso y siete sobre Kimi Raikkonen. “He vivido antes estas situaciones y puedo aguantar la presión; si empiezas a reflexionar sobre las cosas malas, pueden afectar negativamente en tu forma de pensar”. Así aplacó ante los micrófonos el percance. Sacando pecho. Coherente con su autoestima y la realidad que plasmó en el campeonato. En el desenlace brasileño, Raikkonen ganó con Ferrari su primer y único título mundial.

Hamilton ha vivido lomos de la presión toda su trayectoria en la F-1, desde que ya en sus inicios elevara a lo más alto las expectativas sobre su pilotaje.

Ahora que cuenta con experiencia, cuatro títulos mundiales y sigue compartiendo cama con la tensión, Hamilton la gestiona bien diferente. Líder del Mundial con 30 puntos de margen sobre Sebastian Vettel y con siete carreras por celebrarse, dedica su tiempo de entre carreras -entre el pasado y el presente gran premio- a promocionar su colección de moda. Cierto es que el asfalto nunca desaparece de la mente del piloto -la incertidumbre de todo ser humano por saber qué deparará el futuro-, se evade con las pasarelas. “No pienso en el campeonato. Llego al circuito y cambio al modo carreras”, reflexiona.

Abstraerse, en su caso con las líneas de prendas de vestir, fortalecen su dedicación a las carreras. “Estas cosas me dan mucha energía. Me estimulan y creo que se ve en mis resultados de los últimos años”, explica. Al menos ayer lo demostró.

En la primera práctica del Gran Premio de Singapur, el más rápido fue Daniel Ricciardo (Red Bull); en la segunda, Raikkonen (Ferrari); en la tercera, Vettel (Ferrari); a la hora de la verdad, en la tanda de calificación, cuando los precedentes pintaban oscuro su devenir, Hamilton exprimió el Mercedes para afincarse en la primera plaza de la parrilla de salida. 79 poles en su palmarés (35,5% de las posibles); 7 este curso. No es sorprendente porque la frecuencia hace el hábito. Y costumbre es ver a Hamilton oteando a sus rivales.

Lo inhabitual era el emplazamiento, el nocturno circuito de Marina Bay. En el escenario de mayor opulencia de la F-1, Hamilton, icono del sector de la moda, no era poleman desde 2014. ¿Y el cómo? También insospechado. Hamilton destrozó el tiempo de la pole de 2017, obra de Vettel. El inglés rebajó en 3,4 segundos el crono del alemán. El estímulo de la moda le ha sentado bien. La saca chispas a su pasatiempo.

Por otro lado, alertaba Vettel el pasado jueves: “Soy mi peor enemigo”. El alemán está proyectando síntomas de padecer la presión. Azerbaiyán (pasada de frenada y deterioro de neumáticos), Francia (choque con Bottas), Austria (sancionado para la parrilla por maniobra indebida en la calificación), Alemania (choque propiciado por el asfalto húmedo) e Italia (toque con Hamilton) le han penalizado por errores propios. Especulando, podrían cifrarse en alrededor de 50 puntos en el apartado de pérdidas. Demasiado en cualquier caso. Y con la añadidura de la sensación que transmite su Ferrari, que probablemente vive el mejor momento de su última década, su pico de competitividad.

Vettel acabó tercero, a 0,6 de Hamilton. A priori, excesivo también, y con lo bien que pintaba horas antes. Entre los aspirantes al título se inmiscuyó Max Verstappen, convidado de piedra de las últimas pruebas, inamovible de los puestos delanteros una vez que ha encontrado el equilibrio entre el talento y los excesos.

Clasificación

1. Lewis Hamilton (Mercedes) 1:36,015

2. Max Verstappen (Red Bull) 1:36,334

3. Sebastian Vettel (Ferrari) 1:36,628

4. Valtteri Bottas (Mercedes) 1:36,702

5. Kimi Raikkonen (Ferrari) 1:36,794

6. Daniel Ricciardo (Red Bull) 1:36,996

7. Sergio Pérez (Force India) 1:37,985

8. Romain Grosjean (Haas) 1:38,320

9. Esteban Ocon (Force India) 1:38,365

10. Nico Hülkenberg (Renault) 1:38,588

11. Fernando Alonso (McLaren) 1:38,641

12. Carlos Sainz (Renault) 1:38,716

13. Charles Leclerc (Sauber) 1:38,747

14. Marcus Ericsson (Sauber) 1:39,453

15. Pierre Gasly (Toro Rosso) 1:39,691

16. Kevin Magnussen (Haas) 1:39,644

17. Brendon Hartley (Toro Rosso) 1:39,809

18. Stoffel Vandroorne (McLaren) 1:39,864

19. Sergey Sirotkin (Williams) 1:41,263

20. Lance Stroll (Williams) 1:41,334