barcelona - Hace tres semanas Javier Tebas, presidente de LaLiga, anunció que en esta temporada se disputaría un encuentro oficial de Primera División en Estados Unidos, lo cual puso en pie de guerra a la AFE, el sindicato de jugadores, que incluso amenazó con la huelga si prosperaba una iniciativa, avisó Tebas, destinada a captar nuevos recursos para pagar las altas fichas de los futbolistas de élite. Dicho proyecto tomó forma ayer durante el acto de presentación de una colección de cromos, donde Fernando Sanz, antiguo presidente del Málaga y ahora director general de LaLiga en Oriente Medio y Norte de África, desveló que el partido elegido para inaugurar el nuevo tinglado es el Girona-Barcelona, correspondiente a la 21ª jornada, que está prevista para el 27 de enero.

El partido tendría como escenario el Hard Rock Stadium de Miami, con capacidad para 75.000 espectadores, y sede habitual de dos equipos de fútbol americano, los Miami Dolphins (NFL) y Miami Hurricanes (NCAA). Fernando Sanz, hijo del expresidente del Real Madrid y un central que hizo carrera, advirtió que todavía no hay un acuerdo cerrado, aunque por si acaso mandó un mensaje a la AFE y su amenaza de huelga. “Gracias a la expansión internacional de LaLiga, desde 2013 hemos conseguido muchísimas cosas para el fútbol español. En mi época nos costaba cobrar, había denuncias por impago y eso ha desaparecido. Hay más ingresos para los futbolistas gracias a LaLiga. Jugar en Estados Unidos es un paso más”, dijo, y añadió que todo eso “va en beneficio de los futbolistas”.

Este partido es el primero de un acuerdo al que la LaLiga llegó con la empresa estadounidense Relevent mediante el cual se disputará durante los próximos 15 años un partido con el Real Madrid o Barcelona como protagonistas para promocionar un deporte cada vez más pujante en aquel país y con la vista puesta en el Mundial de 2026, que EEUU organizará junto a México y Canadá.

El acuerdo no estará cerrado, pero en Girona ya dan por hecho su condición de pioneros. Hasta el punto de asumir la extorsión que supone jugar allende los mares el esperadísimo partido frente al coloso azulgrana y actuar en consecuencia, diseñando con tiempo las opciones para afrontar la aventura norteamericana.

1.500 plazas de avión Según publica L’Esportiu, único diario deportivo en lengua catalana, el Girona se embolsará unos cuatro millones de euros y tiene perfilado un plan para facilitar el traslado de los aficionados que quieran apuntarse al viaje, de unas nueve horas de duración, poniendo a su disposición un total de 1.500 plazas de avión de forma gratuita, aunque previamente deberá dejar un depósito de 500 euros reembolsables al finalizar el desplazamiento. Aquellos que aprovechando la coyuntura quieran pernoctar en Miami tendrán que abonar 600 euros por la noche de hotel y vuelo. Pero se supone que la mayoría no tendrá ni ganas ni tiempo ni humor para semejante embarcada. A estos el club les ofrece dos opciones. La primera, conseguir una de los 5.000 entradas para el partido ante el Barça de la primera vuelta, en la quinta jornada, a disputar el 23 de septiembre en el Camp Nou, además de la devolución del 20% del abono de la temporada. La otra es no asistir a ninguno de los dos partidos contra el conjunto azulgrana a cambio del 40% del abono. Sin embargo la controversia está servida, sobre todo entre la hinchada del club catalán, y falta por conocer la postura que tome la AFE. Ayer mismo el gerente de la Bundesliga, Christian Seifert, descartó la posibilidad de jugar en el futuro partidos fuera de Alemania. “Sería una señal de falta de respeto hacia los aficionados y hacia la liga estadounidense”, razonó.