bilbao - En Salamanca descansa La Vuelta y toda su caravana después de nueve intensas y calurosísimas jornadas por tierras andaluzas, de donde la carrera se despidió definitivamente el sábado para emprender camino hacia Galicia, Asturias y Bizkaia, con la esperada etapa del próximo día 12, esa que partirá de Getxo para acabar en lo más alto del monte Oiz. En el hotel de concentración del equipo en la capital salmantina, donde los corredores del Euskadi-Murias asimilan el sofocón de los primeros días de competición con un suave paseo de apenas dos horas de duración, lo justo para soltar piernas, la satisfacción es palpable. “La verdad es que las cosas están saliendo muy bien”, analiza Rubén Pérez, el director del equipo. “Vamos en una muy buena línea, siendo protagonistas en la carrera y dejándonos ver en las fugas, que es uno de los objetivos que nos habíamos marcado antes de que la carrera partiera de Málaga”, añade.
Hasta la fecha, en las ocho etapas en línea disputadas -la primera fue una contrarreloj de ocho kilómetros por las calles de la capital malagueña-, la escuadra vasca ha tenido un representante en fuga en siete de ellas. Solo fallaron a su cita con la escapada en la sexta jornada. “En esta primera parte, el equipo ha sido combativo y ha enseñado su esencia estando en las escapadas con un gran protagonismo”, reflexiona el mánager, Jon Odriozola. Rubén Pérez, por su parte, asume que se trata casi una de obligación para su equipo que se deje ver en carrera, “que llene esos minutos de publicidad con el maillot verde”. Matiza, eso sí, que son conscientes de que “hay que dosificar”. “Estamos sabiendo coger las fugas buenas. Muchas de ellas han llegado a meta y hemos tenido buen ojo. Hemos sabido seleccionarlas, aunque obviamente el equipo también ha estado presente en otras fugas que no son de tanto agrado”. Ley de vida.
Satisfecho por cómo están transcurriendo las cosas, el director deportivo pone en valor el cuarto puesto logrado por Eduard Prades en la séptima etapa, la del pasado viernes, que concluyó en Pozo Alcón. El ciclista tarraconense solo fue superado en el esprint del grupo por Alejandro Valverde y Peter Sagan en una jornada en la que Tony Gallopin sorprendió al pelotón con un ataque a poco más de dos kilómetros para la meta. “Es un resultado importante, que refleja el buen trabajo que estamos haciendo. Además, hemos estado muy cerca de lograr otros tres top10”. Odriozola va más allá y recalca que su equipo “ha demostrado” que está capacitado “para pelear por un triunfo” parcial. El mánager del Euskadi-Murias pone también en valor a sus jóvenes valores, entre los que destaca al navarro Óscar Rodríguez: “La juventud y el futuro son otras dos de nuestras señas de identidad. Óscar es fiel reflejo de ellos, llegando cerca de los mejores en La Covatilla”.
ambiciosos Cuestionado acerca de lo que resta de Vuelta, Rubén Pérez se muestra confiado en que pueden dar la campanada. “Para los esprines tenemos a Aberasturi, y hemos podido guardar un poco a Mikel Bizkarra, Gari Bravo y Mikel Iturria para la montaña. Esperamos hacer algo bonito en Oiz, pero antes también buscaremos la sorpresa”, concluye.