Bilbao/donostia - La clasificatoria de la Bandera de La Concha es la regata del miedo, la cita que más temen los equipos poderosos. Un pequeño error o un mal día y se quedan fuera de una cita marcada en rojo en el calendario desde los primeros entrenamientos de invierno, saturados de pesas y ergómetro. Los nervios invaden las cuadrillas y la ilusión, también. En la clasificatoria hay muchas historias diferentes. Están los favoritos que no pueden fallar; los bloques de media tabla, que tienen marcado como objetivo entrar pero que saben que quedarse fuera es una realidad y, además, los que acuden a disfrutar de una fiesta arraunlari. De una regata sin nada que perder y muchísimo que ganar para ellos. Entre los equipos vizcaínos ocurre lo mismo. En la cita femenina de mañana serán tres los representantes. Deusto y Kaiku están en ese limbo entre entrar o quedarse en tierra. Por su parte, Lea Artibai es consciente de su situación y sabe que necesita un milagro para bogar en los dos primeros domingos de septiembre. Con Donostiarra ya clasificada y las cuatro embarcaciones de la Liga Euskotren como claras favoritas, solo quedan tres puestos a repartir entre un buen abanico de candidatos. La clasificación de la ETE dice que Deusto tiene muchas opciones de entrar, pero, por contra, las bilbaínas viven en una constante irregularidad que les hace ser capaces de lo mejor y lo peor. “Está justo el tema. Para la clasificatoria dan algo de meneo con las olas y hay que remar bien. Ese es el plan. Todo el mundo quiere entrar en esa regata y nosotros depende mucho del día que tengamos”, afirma Fernando Beperet. El entrenador de la Tomatera ve la cosa muy igualada y no se fía de ningún rival, ya que “Tolosaldea ya ha ganado una bandera, Kaiku nos ganó en el Campeonato de Bizkaia y las gallegas nunca sabemos en qué estado vendrán”.

Uno de esos candidatos a dar la sorpresa y entrar en la Bandera de La Concha es Kaiku. En su primera temporada y con una tripulación muy joven, la trainera de las sestaoarras no descarta nada y está llena de ambición. “Tenemos claro que el objetivo es muy complicado. Sabemos que si remamos como hemos remado en las regatas de mar, que nos han salido bastante bien, tenemos posibilidades de entrar”, opina Antonio Flores, técnico de las de Ezkerraldea, que cree que “quedan un par de plazas por las que pelearemos tres o cuatro botes y el que mejor lo haga conseguirá entrar”. La inexperiencia volverá a ser uno de los inconvenientes para Kaiku, ya que remarán la clasificatoria con “seis o siete juveniles de primer año”. Sin embargo, es el pan de cada día de la Bizkaitarra, que no solo se conforma con trabajar por un futuro prometedor, sino que también quiere sacar frutos en el presente.

De otra manera muy diferente afronta Lea Artibai la cita de mañana. Las de Lekeitio y Ondarroa saben que “siendo realistas es imposible que entremos”, pero no por ello van a tirar la toalla y afrontar la regata como un paseo. “El objetivo es el mismo que en meses atrás, seguir cogiendo experiencia y aprender. Luego, que las chicas disfruten de un día grande del remo”, comenta Fernando Zugasti. El entrenador de las vizcainas está contento con el resultado de la campaña y “la mejora se está viendo”, pero al mismo tiempo las bajas durante el verano fueron un pequeño lastre que no les dejó progresar como les hubiera gustado. “Tenemos que asentar un poco el equipo y luego mejorar el material para poder dar otro paso adelante”, añade.