Vannes - La selección española femenina sub-20, un conjunto que ha encandilado con su juego en el torneo disputado en Francia, busca el título que nunca ha conseguido España. La cita es hoy a las 19.30 horas (Gol).

España y Japón comparten gusto y libreto. Sus jugadoras prefieren mimar el balón antes que darle un puntapié para suerte, lucimiento y deleite de sus estrellas, Patri Guijarro y Riko Ueki. Ellas son las máximas realizadoras de un Mundial sub-20 que en la final recuperará la contienda que ambas selecciones sostuvieron hace cuatro años en Costa Rica, en una categoría inferior.

De aquella cita mundialista sub-17, las pequeñas Nadeshiko se marcharon con el trofeo tras una aplaudida exhibición coral. En la Bretaña francesa su propuesta es similar, aunque puede no bastarle ante esta Roja. Las pupilas de Pedro López las derrotaron en la fase de grupos (1-0) y amenazan con repetir triunfo.

La capitana navarra, Maite Oroz, es una de las fijas en la zona de creación. La futbolista del Athletic se ve con opciones: “Yo creo que este año todas nos vemos con más posibilidades, porque en aquel entonces. En Costa Rica sí que vimos que las japonesas fueron más superiores. Ahora en la fase de grupos hemos conseguido ganarlas pero llegamos al partido con bajas importantes. Sin embargo, sabemos que lo podemos conseguir y vamos a ir con la máxima ilusión a ver si podemos ganar”.

Japón es el rival, un equipo con buen trato de balón. “Sabemos que Japón es un equipo muy parecido al nuestro, muy dinámico que juega muy bien al fútbol. Yo creo que la clave está en tener más la posesión del balón. También es verdad que en la fase de grupos en el partido en el que nos enfrentamos nosotras estuvimos mejor en la primera parte y ellas en la segunda fueron a por todas, nosotras corrimos detrás del balón y nos cansamos más. Entonces, ahí entiendo que puede estar la clave, en hacerles correr a ellas y aprovechar la estrategia, que nos ha dado muchos goles”, sentencia la futbolista de Huarte.

Sea cual sea el vencedor del envite de en la bucólica localidad de Vannes, la certeza que deja este Mundial es que no impera ya el tonelaje.

Estados Unidos y sus tres títulos dejaron el campeonato en la primera fase. Alemania sucumbió en cuartos de final. A Francia no le alcanzó con la amenazante velocidad de Emelyne Laurent y de Sandy Baltimore para superar las semifinales. Abatidas las principales favoritas y la última campeona -Corea del Norte-, el desenlace del torneo revela la innegable supremacía del toque frente al físico. A falta de un último duelo, el sello tan reconocible de las campeonas de Europa y de Asia habrá triunfado en Francia.

Ahí coronará el fútbol femenino, sea con el oro o con la plata, un 2018 sobresaliente de sus selecciones femeninas, con los Europeos sub-17 y sub-19 como botín. El equipo absoluto cerró, además, su clasificación para el Mundial de 2019.

Es la primera vez que la selección española sub-20 llega hasta aquí. Los cuartos eran el techo. En 2004 cayó en la fase de grupos. Más reciente es la eliminación en cuartos de final del certamen disputado en Papúa Nueva Guinea en 2016. Corea del Norte frenó en la prórroga a Carmen Menayo, Maite Oroz, Patri Guijarro y compañía. En Francia se desquitaron con un fútbol vistoso y un resultado histórico. Ahora se proponen engrandecer la gesta volviendo a ganar a las Nadeshiko. - Efe/ DNA