gasteiz - El Euskadi-Murias camina ya hacia la Vuelta, su gran objetivo de la temporada con permiso de la Euskal Herriko Itzulia y la Clásica de San Sebastián, las dos carreras de casa. El color verde de su nuevo maillot, que fue presentado ayer en Gasteiz, cogerá el sábado el testigo del naranja cinco años después de que Euskaltel-Euskadi se despidiera del pelotón profesional con un reconocimiento por las calles de Madrid. Allí acabará la primera gran aventura de la escuadra vasca el próximo 16 de septiembre tras 21 etapas y un más que ilusionante paso por Bizkaia en una jornada, la del día 12 del mes entrante, que partirá de Getxo y acabará en el monte Oiz. Una fecha marcada en rojo en el calendario desde hace algunos meses y que permitirá al ocho elegido por los directores del equipo disfrutar delante de su afición. Jon Aberasturi, Aritz Bagüés, Mikel Bizkarra, Gari Bravo, Mikel Iturria, Eduard Prades, Óscar Rodríguez y Héctor Sáez son las caras de un equipo formado por 19 almas, que arroparán a sus compañeros desde la distancia. Una decisión, la de conformar el bloque, que no ha sido sencilla, como explicó ayer en la sede del Euskadi-Murias Jon Odriozola, su mánager deportivo: “Aquí tenemos ocho corredores que representan a todo el equipo, ya que los corredores nos lo han puesto muy complicado para definir los ocho ciclistas”.

Liberados de cualquier presión después de una temporada que hasta la fecha califican de sobresaliente, con seis victorias logradas por otros tantos corredores, pero con la máxima exigencia posible, el equipo vasco acude a la Vuelta con el firme objetivo de ser protagonista de la carrera y, por qué no, tratar de ganar una etapa. Un reto mayúsculo por el que pugnarán con los 18 conjuntos del WorldTour así como con el Caja Rural y el Burgos-BH, las otras dos escuadras que como el Euskadi-Murias recibieron las invitaciones de la organización. “Afrontamos una Vuelta ilusionante y esperamos hacerlo tan bien como hasta ahora. Tenemos un bloque lo más compensado posible. Aspiramos a ser protagonistas en todos los terrenos y tener presencia con Aberasturi en los esprints. Y con esta misma ilusión afrontamos el futuro de este proyecto”, agregó Odriozola.

Además del velocista alavés, que se estrena en una gran vuelta por etapas, y que ganó en la jornada inaugural de la Vuelta a Aragón, Prades será uno de los referentes del equipo. El catalán tratará de hacer valer su explosividad en llegadas exigentes, de las que afloran en la ronda española, para buscar la sorpresa. Ganador del Tour de Noruega el pasado mes de mayo, Prades dejó buenas sensaciones en la Itzulia, con algún que otro puesto destacado, como la sexta plaza que logró en la etapa que discurrió entre Zarautz y Bermeo. Bajó el pistón en julio, mes en el que no corrió, después de un buen puñado de días de competición y acude a la Vuelta tras haber participado en el Campeonato de Europa en ruta y el Tour de Limuosin, en el que acabó en novena posición.

Tres serán las bazas para la montaña del Euskadi-Murias, donde Mikel Bizkarra debe dejarse ver cerca de los mejores. Al menos esa es la aspiración. Ganador de la etapa de Cerler en la Vuelta a Aragón, que finalizó en el tercer peldaño del podio, el vizcaíno, que cumple hoy 29 años, afronta a su primera gran prueba de este estilo. La mirada, irremediablemente, la fija en la etapa de Oiz. “Ganar en Oiz sería muy muy especial. Pero no podemos estar pensando solo en esa etapa porque se nos pasa la Vuelta y no hacemos nada. Hay que ir poniéndonos objetivos cada día, luchando por cada etapa y cuando llegue Oiz todavía daremos más. Intentaremos estar en la pelea y ojalá salga todo bien y podamos hacer una bonita etapa”, relata Bizkarra.

Además de él, Bravo e Iturria, que también se estrenan en una grande, están llamados a ser protagonistas cuando lleguen las rampas más exigentes. Sáez, que ya disputó la Vuelta el año pasado con el maillot del Caja Rural, y Bagüés, por su parte, asumirán un rol distinto, como ayudar a Aberasturi en los esprines y, por qué no, tratar de sorprender con alguna fuga que pueda llegar a buen puerto. Por último asoma Óscar Rodríguez, el benjamín del grupo, quien a sus 23 años está ante una oportunidad de oro para demostrar su valía. Son las ocho caras del Euskadi-Murias que representan a las 19 almas del equipo, los once corredores restantes que no tendrán la oportunidad de disputar desde este sábado la Vuelta a España, donde un equipo vasco volverá a estar presente cinco años después de que Euskaltel-Euskadi lo hiciera por última vez.

undécimo en el ‘ranking’ europeo En otro orden de cosas, la escuadra vasca ocupa la décimo primera posición en el UCI Europe Tour, a solo seis puntos del Sport Vlaanderen, mientras que Prades se ha colado en el top10 gracias a su reciente actuación en el Tour du Limousin.

Los ocho elegidos para la Vuelta

Jon Aberasturi(Gasteiz, 1989)

Aritz Bagüés(Errenteria, 1989)

Mikel Bizkarra(Mañaria, 1989)

Gari Bravo(Lazkano, 1989)

Mikel Iturria(Urnieta, 1992)

Eduard Prades(Alcanar, 1987)

Óscar Rodríguez(Burlata, 1995)

Héctor Sáez(Caudete, 1993)