Vitoria - El Sáenz Horeca Araberri ha cogido definitivamente velocidad de crucero a la hora de conformar su plantilla para una nueva andadura en LEB Oro. Tras anunciar el lunes su primera cara nueva -el canterano David Soto-, el club presidido por Óscar Vázquez ha llegado a un acuerdo con Kingsley Okoroh, un fornido pívot británico-nigeriano con formación estadounidense. De 2,16 metros de altura y 118 kilos de peso, deberá suministrar el poderío físico necesario a la zona de los alaveses.
Nacido el 24 de abril de 1995, Okoroh tiene 23 años e inicia en Vitoria su etapa en el baloncesto profesional en Europa. Según la secretaría técnica, es un cinco? puro que destaca por su envergadura, fuerza y capacidad defensiva. Rookie en la NCAA, se ha formado del 2014 al 2018 en California, promediando en su último año 5,6 puntos, 5,4 rebotes y 2 tapones, lo que demuestra tanto su imponente presencia en la pintura como su capacidad intimidatoria. Otro aspecto relevante de Okoroh es que ha sido internacional en las categorías de formación de Gran Bretaña, un país que si bien carece de una gran afición por el baloncesto presume de contar en estos momentos con jugadores muy importantes en la NBA.
Mikel Ereño, entrenador ayudante de Antonio Herrera, destaca que Kingsley Okoroh “domina el espacio aéreo con grandes aptitudes defensivas y posee la envergadura y agilidad gestual necesarias para proteger el aro. Ofensivamente aprovecha sus dimensiones para jugar por encima del aro y dispone de un abanico técnico de movimientos correcto para anotar desde la pintura”, añade. La mano derecha de quien fuera la sombra de Joan Plaza en el Unicaja también admite que es un interior que suele tener “una buena compenetración con sus compañeros, con una buena visión y una buena lectura del juego”.
Con su envergadura, altura y capacidad intimidatoria, Okoroh reúne en principio todas las condiciones para ser un jugador importante en la segunda categoría del baloncesto estatal. Esta incorporación permite al Araberri mantener su filosofía de apostar por jugadores jóvenes y de proyección, con ganas de labrarse un nombre en una competición tan exigente como la LEB Oro. Si responde a las expectativas, el espectáculo está asegurado en Mendizorroza con sus tapones o sus mates. - DNA