annecy (Francia) - ¿Ha pasado lo peor? En cuanto a riesgo, quizás, porque físicamente lo más exigente del Tour está por llegar. Hoy mismo. Tras las espectaculares imágenes del domingo en el temido pavés, llegan Los Alpes. La mayoría de los favoritos salvaron los muebles en los adoquines de Roubaix, y sus cuerpos, como se supo ayer. Y eso que pocos evitaron algún que otro apuro en forma de avería o caída. Mikel Landa, por ejemplo, salió herido, pero no derrotado, confirma.

Una de las escuadras más reforzadas tras el Día D de este Tour fue Movistar. A pesar de contar con tres líderes y abarcar más riesgos, Valverde, Quintana y Landa siguen pletóricos gracias a que estuvieron bien secundados por sus gregarios. Es más, todo parecía perfecto, hasta que Landa se cayó. El plan parecía venirse al traste, pero no, como se supo ayer. El corredor de Murgia, merced a la ayuda de sus compañeros, consiguió reengancharse al pelotón y no perder tiempo con los favoritos. Salvó el día; faltaba conocer las secuelas. Ayer, en la jornada de descanso, el vasco hizo un llamamiento a la tranquilidad. “Después del golpe no tuve muchos problemas para dormir y he podido descansar bastante bien. Como es normal, me he resentido de algún rasguño, pero me he entrenado con normalidad, hemos sudado un poco en un puerto y no habrá ningún problema para mañana”, informó. Un discurso esperanzador que rehuye de la excusa de la fuerte caída antes de atacar las grandes cumbres. Tiene ganas.

“Ahora llega nuestro terreno, la montaña”, analizaron los líderes del Movistar. Concretamente, el corredor alavés se muestra ambicioso ante los “duros” Alpes, en los que tendrá que estar “muy atento y aprovechar la oportunidad posible” de rebajar el 1:47 que le separa del líder.

Romain Bardet fue uno de los más afectados en el pavés: “He perdido mucho tiempo, pero en Los Alpes empieza otra carrera”. Síntoma de buena salud. “Me encuentro genial, estoy justo donde quería estar a estas alturas. Soy optimista para el resto del Tour”, señaló, mientras, Chris Froome, que no descarta defender su corona en la Vuelta a España, aunque “aún no hay nada decidido”. Lo deja sujeto a su estado y al de la llegada al mundo de un bebé en las próximas fechas.

los alpes Tras una primera semana nerviosa los ciclistas se topan hoy con la alta montaña. Aguarda un tríptico por Los Alpes en el que se espera que se marquen las primeras grandes diferencias. La fiesta comienza con una etapa, la décima, de 158 kilómetros, con cinco puertos, en el que se afronta el primer alto de categoría especial: Plateau des Glières, apenas 6 kilómetros, pero al 11,2% de media. Después, subirán el Colombiére, 7,5 kilómetros al 8,5%, situado a 14 kilómetros de la meta de Le Grand Bernard. Para mañana, 108 kilómetros con dos puertos fuera de categoría; Bisanne y Col du Pré, y terminarán en un final inédito como es la Rosiére, donde Pello Bilbao ganó en la reciente Dauphiné Liberé. El jueves, final en el clásico Alpe D’Huez. Llega el espectáculo.