Bilbao - Son los gimnastas más flexibles. Porque juegan con su cuerpo como si carecieran de huesos. Son los bailarines más acrobáticos. Porque en poco más de un latido ejecutan una perfecta coreografía aérea. Y son los nadadores más intrépidos. Porque pueden zambullirse en el agua a gran velocidad sin levantar ni una sola gota. Son, en definitiva, los mejores clavadistas del planeta, capaces de jugar con el tiempo y entretenerse con la gravedad; y este sábado volverán a llevar a Bilbao el mejor de sus espectáculos. Por tercera vez, el Red Bull Cliff Diving, más conocido por el pueblo como la competición de los saltos, aterriza en la capital vizcaína dentro del circuito mundial. Será este sábado (17.00 horas) cuando el puente de La Salve luzca, orgulloso, la rampa metálica desde la que los catorce clavadistas -los diez permanentes y cuatro invitados, de los cuales uno será el canario Carlos Gimeno y otro el ruso Artem Silchenko, ganador de la primera edición bilbaina- asombrarán a miles de boquiabiertos aficionados.
En esta ocasión, a diferencia de lo que ocurrió en 2015, el botxo no será el escenario de la gran final, sino la segunda de las siete paradas que componen la competición. Es decir, los resultados de Bilbao no serán definitivos, aunque sí importantes, para coronar al próximo campeón mundial. Pero todo lo demás será como en las dos exitosas ediciones anteriores.
Los valientes protagonistas volverán a asomarse al mundo desde 27 metros de altura a través de un trampolín colocado especialmente para la ocasión en el puente de La Salve. Desde ahí, los saltadores tendrán una vista inmejorable de ambos márgenes de la ría y podrán mirar a los ojos y cara a cara al museo Guggenheim, un invitado de excepción de este Red Bull Cliff Diving. Luego, se pondrán al borde de la plataforma y extenderán los brazos, dejando que su piel entienda que el viento sopla más frío ahí arriba. Puede que el resto de los mortales, en esa situación, cerraran los ojos para matar el vértigo, pero los clavadistas han sido moldeados con otro cemento más duro, así que bajarán la mirada y dibujarán en su mente las piruetas que luego pintarán en el aire. Cinco saltos mortales o cinco tirabuzones es lo óptimo. Cada vez menos utópico. Y en apenas tres segundos. Ese es el tiempo que tardarán en tocar el agua. Esa es la vida que tendrá un baile lleno de giros, vueltas y contorsiones. Corta, pero aprovechada, que irá a morir a la ría. Porque rápido, con una velocidad estimada de más de 85 kilómetros por hora, los saltadores romperán la tranquilidad de la corriente con la intención de no salpicar a nadie. Una entrada limpia que levante los aplausos de las 60.000 personas -esa es la cifra oficial de la edición celebrada en 2015, en la de 2014 fueron 52.000- que se arremolinarán para ver un espectáculo que en años anteriores dejó en la villa un impacto económico de tres millones de euros, tal y como explicó en su día Xabier Ochandiano, concejal delegado del Área de Desarrollo Económico, Comercio y Empleo del Ayuntamiento de Bilbao.
De esta forma, este sábado, los catorce mejores clavadistas del mundo harán arte frente al Guggenheim en la segunda parada del circuito de saltos más prestigioso. Así que después de un espectacular y excitante comienzo en Texas (Estados Unidos), donde Kris Kolanus se impuso con un salto prácticamente perfecto, la lucha por el trono se traslada a la capital vizcaína. El polaco será uno de los protagonistas del torneo puesto que su estilosa victoria en Norte América le alza a la primera posición de la clasificación general y, tras varios años relegado al papel de invitado, esta temporada llega con la intención de “ganar las series mundiales”. Kolanus ya sabe lo que es puntuar bien en Bilbao, puesto que fue en la capital vizcaína donde se subió por primera vez a un podio (2014). Sin embargo, no será el polaco quien levante más pasiones entre los aficionados, puesto que es Jonathan Paredes el saltador que arrastra masas. El mexicano es el actual rival a batir, el clavadista que, de momento, está sentado en el trono. Es el gran campeón del año pasado y, afincado en Madrid, seguro que atrae con él a gran parte de sus seguidores. Con todo, Paredes tiene la obligación de dar espectáculo no solo a los asistentes, sino también a los jueces, puesto que un mediocre décimo puesto en la competición inaugural de Texas le fuerza a enderezar cuanto antes este comienzo decepcionante. E igual de presionado llega también el plusmarquista Gary Hunt. El británico tampoco pudo demostrar sus mejores maniobras en la primera parada del circuito, pero intentará recobrar sus opciones a todo en una ciudad de la que guarda muy buen recuerdo. Y es que hace tres temporadas, Hunt se proclamó campeón del mundo ante 52.000 personas en Bilbao. Por ello, tanto el británico como Paredes tendrán que exhibir su mejor repertorio si no quieren verse apeados de la lucha por la corona mucho antes de tiempo.
Asimismo, entre los clavadistas destacados también se encuentran el colombiano Orlando Duque, también muy atrás en el ranking general, el ruso Artem Silchenko, que ya se colocó la txapela de ganador en la primera edición celebrada en Bilbao, en 2014; y el canario Carlos Gimeno, que debutará en una prueba del Red Bull Cliff Diving y tendrá la oportunidad de demostrar su potencial a nivel internacional al ser invitado por primera vez a un evento del circuito.
cómo ver el espectáculo Este próximo sábado Bilbao volverá a ser el escenario de uno de los eventos que más asistentes ha congregado en la capital vizcaína. Y, al igual que en otras ediciones, la competición de saltos podrá presenciarse tanto desde tierra como desde la ría, donde el Ayuntamiento puso el límite de aforo en 100 embarcaciones y cuyo plazo de inscripción finalizó el pasado domingo. Así que para los más rezagados, solo quedan las aceras. La organización reconoce que una de las mejores localizaciones para no perderse nada es la explanada del Guggenheim pero, por temas de seguridad, también contará con una capacidad limitada: 2.500 personas. Por ello, aquellos interesados en ver el espectáculo delante del museo tienen de límite hasta las 20.00 horas de hoy para pasarse por la oficina de turismo de Bilbao de la plaza Biribila para recoger la pulsera -si es que no se ha completado el aforo- que le garantice un sitio.
Con todo, el Red Bull Cliff Diving podrá disfrutarse también desde ambos márgenes de la ría el día de la competición, el sábado de 17.00 a 19.30 horas. Algunos ya tuvieron ocasión de salivar el jueves, cuando los clavadistas llevaron a cabo los primeros entrenamientos. Hoy viernes también tendrán lugar los últimos ensayos y la primera ronda de clasificación, de 17.00 a 19.30 horas.
Viernes, 29 de junio: Segunda sesión de entrenamientos libres y a continuación se procede a la primera ronda de clasificación, de 17.00 a 19.30 horas.
Sábado, 30 de junio: Competición, de 17.00 a 19.30 horas, en las que se decidirá cuál de los clavadistas se convierte en el ganador en la cita bilbaína.