moscú - El seleccionador de Francia, Didier Deschamps, aseguró que su equipo salió a ganar a Dinamarca, pero se encontró con un equipo bien cerrado atrás y no quiso tomar riesgos innecesarios.

“El objetivo era quedar primeros y lo logramos”, dijo. La pasividad mostrada en algunos momentos por los suyos con la premisa de “no tomar riesgos innecesarios” que hicieran peligrar el liderazgo en el Grupo C.

Admitió que el partido fue “aburrido al final”, pero argumentó que también a otras grandes selecciones como España y Alemania les ha costado en este Mundial jugar contra combinados que se cierran bien.

Con todo, destacó que su equipo tuvo “siete u ocho oportunidades de marcar” ante una Dinamarca que “se cierra bien atrás”.

“Nos faltó movilidad y rapidez en el pase. Por otra parte, he dejado descansar a los jugadores que disputaron los dos primeros partidos”, señaló en un claro toque de atención a Dembelé y Lemar, que no aprovecharon la oportunidad para demostrar su valía.

Por otro lado, explicó que tuvo que sentar en el banquillo de tres jugadores para evitar que vieran una tarjeta amarilla y no pudieran jugar los octavos. “Tuve que defender a los que tenían la tarjeta amarilla y el resto de los jugadores también merecían una oportunidad para jugar”, apuntó al respecto. - Efe